Estudiantes, profesionales, investigadores de entidades públicas y privadas, y activistas en pro de los derechos del medio ambiente, se concentraron en el auditorio del museo para integrar un diálogo abierto y propositivo.
Para “el hogar de las mentes inquietas” del MIC, la educación es un elemento vital a los problemas ambientales que presenta el planeta, tratar estos escenarios desde esferas locales y cotidianas es uno de nuestros objetivos.
A través del conversatorio “cambio climático y biodiversidad, de lo global a lo local” se logró que las voces, ideas y compromisos del estado se enlacen, en base a la divulgación de la información científica, que muestra las causas, efectos y consecuencias de este fenómeno natural desde términos reales.
El llamado de consciencias activas al cambio climático ya no es un tema retórico predictible, es un conjunto de acontecimientos tangibles y medibles, que afectan a la conservación de los ecosistemas, la supervivencia de las especies y las actividades humanas de producción por nombrar algunos efectos inmediatos.