«La libertad de circulación de estas personas será suprimida, solo podrán alojarse en lugares especialmente previstos a estos efectos», indicó el director del gabinete del primer ministro Viktor Orban, Janos Lazar, confirmando un anuncio realizado por el dirigente conservador a mediados de enero.
«Este lugar será la frontera (con Serbia), donde se instalarán contenedores para entre 200 y 300 personas. Los migrantes deberán esperar allí una decisión definitiva» sobre su solicitud de asilo, precisó Lazar en una conferencia de prensa en Budapest.
Los contenedores, enormes cajones metálicos concebidos originalmente para el transporte de mercancías, pueden también convertirse en viviendas.
Según un proyecto de ley en fase de elaboración, esta medida se aplicará tanto a los recién llegados como a los demandantes de asilo ya instalados en otras partes del país, que son actualmente 586, indicó.
En 2016, 29.432 migrantes presentaron solicitudes de asilo en Hungría, antes de continuar la mayoría de ellos su ruta hacia el oeste y norte de Europa. Solamente 425 han logrado obtener el asilo en Hungría.