El mandatario había señalado el lunes que Perú ha acogido a casi medio millón de venezolanos pero que se requiere hacer una evaluación de la situación porque hay que “buscar el equilibrio entre la solidaridad y la posibilidad real de dar ayuda a ellos y a nuestros compatriotas”.
Precisó que se otorgará la residencia a los venezolanos que la soliciten hasta el 31 de diciembre y que hayan ingresado al país hasta el 31 de octubre porque, explicó, Perú está al límite de su capacidad para albergar inmigrantes y por eso dejará de otorgar tales permisos.
En Tumbes, un importante paso fronterizo desde Ecuador, medios locales estimaron que alrededor de 7.000 venezolanos llevan tres días intentado ingresar a Perú, lo que ha hecho que colapse la atención migratoria. Instituciones como la Cruz Roja y otras entidades humanitarias distribuyen alimentos y agua a los migrantes.
“Cuando llegaron los primeros 10.000 y 20.000 no había mayor inconveniente… al pasar los 200.000 se notó un efecto en el suministro de servicios que se requieren en salud y educación y ahora hay medio millón”, sostuvo Vizcarra.
Emergencia en tres provincias
En tanto, el gobierno ecuatoriano renovó por tercera vez consecutiva una declaración de emergencia en tres provincias para atender el inusual flujo de venezolanos que sigue llegando al país.
La emergencia en las provincias de Carchi -fronteriza con Colombia-, El Oro -en el límite con Perú- y Pichincha permite movilizar recursos materiales y humanos para atender a los venezolanos que cruzan desde Colombia, muchos de los cuales tienen como destino Perú, Chile y hasta Argentina.
De acuerdo con cifras de las Naciones Unidas unos 2,3 millones de venezolanos han salido de su país en medio de una severa escasez de alimentos y medicinas y una crisis económica caracterizada por una hiperinflación.