Jamal Khashoggi fue asesinado después de ingresar al consulado de Arabia Saudita en Estambul, el 2 de octubre, a fin de obtener documentos para su matrimonio.
Hablando antes de su partida a París para las conmemoraciones del fin de la Primera Guerra Mundial, Erdogan dijo: «Dimos las grabaciones. Se las dimos a Arabia Saudita, a Estados Unidos, a los alemanes, a los franceses y a los ingleses, les dimos todas».
No dio más detalles sobre lo que había en las grabaciones.
Erdogan dijo que el asesino, o asesinos, sería conocido por los 18 sospechosos identificados por las autoridades turcas, incluidos 15 hombres que llegaron de Arabia Saudita poco antes de la muerte de Khashoggi.
Volvió a pedir a Arabia Saudita que proporcione respuestas sobre lo que le sucedió a Khashoggi y su cuerpo, que aún no ha sido encontrado.
Erdogan ha exigido anteriormente que Arabia Saudita entregue a los 18 sospechosos para ser procesados en Turquía, pero el reino ha insistido en que los responsables de la muerte de Khashoggi serán juzgados en Arabia Saudita.
El fiscal general de Turquía dijo hace 10 días que Khashoggi fue estrangulado tan pronto como ingresó al consulado saudí, como parte de un plan premeditado, y que su cuerpo fue desmembrado.
La confirmación de Erdogan de que las grabaciones relacionadas con la muerte de Khashoggi han sido entregadas a los países mencionados es la última información publicada por Turquía en las semanas posteriores a la desaparición del periodista.
Revelaciones de la parte turca han ayudado a mantener la presión diplomática sobre Arabia Saudita para explicar lo sucedido.
Los saudíes han presentado historias cambiantes sobre el destino del periodista, negando inicialmente cualquier conocimiento antes de asegurar que un grupo de trabajadores deshonestos, muchos de los cuales pertenecen al círculo íntimo del Príncipe Mohammed bin Salman, fueron responsables de la muerte de Khashoggi. El fiscal general saudí reconoció que Khashoggi fue asesinado en un asesinato premeditado.
Riad ha sostenido que ni bin Salman ni su padre, el rey Salman, sabían de la operación para atacar a Khashoggi. Los funcionarios estadounidenses han dicho que una misión de este tipo, incluidos los 15 hombres enviados desde Riad, no podría haberse llevado a cabo sin la autorización de Bin Salman, el gobernante de facto del país.
Después de que Arabia Saudita admitió que Khashoggi fue asesinado en su consulado de Estambul, cinco funcionarios de alto rango fueron despedidos, incluido el jefe de medios de bin Salman y el jefe adjunto del servicio de inteligencia saudí. Dieciocho personas fueron arrestadas.
Fuente: CNN en Español, aliado estratégico de FM Mundo