Vestidos de blanco, los asistentes al estadio Atanasio Girardot entonaron cánticos de apoyo al Chapecoense, mientras que en las tribunas del escenario se veían mensajes alegóricos a la amistad en el fútbol y con la frase #ForçaChape.
El acto, que comenzó con la interpretación de los himnos nacionales de Colombia y Brasil y el toque de un muy respetado minuto de silencio, tuvo como detalle destacado la intervención del ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, José Serra, quien arrancó los aplausos del público al decir: «No es casualidad que Atlético Nacional y Chapecoense tengan los mismos colores: verde esperanza y blanco paz».
Uno de los detalles más sobresalientes del homenaje fue que mucha gente que se quedó sin entrar al Atanasio Girardot se quedó a las afueras del escenario deportivo vitoreando y aplaudiendo al Chapecoense, en una gran muestra de deportividad y afecto.
Entretanto, en Chapecó, los seguidores de su equipo del alma también se hicieron presente en el estadio, para aplaudir y a recordar a su equipo.
El estadio es una muestra del sentimiento de esta ciudad, que esta consternada tras la ilusión que despertó su equipo ante la posibilidad de ganar el partido de ida en Medellín y con ello el primer campeonato importante en la historia del equipo.
La ciudad de 200.000 habitantes esta de duelo y preparándose para un sepelio colectivo precisamente allí en el estadio; para eso adelantan una recolección de firmas.
Las directivas del club no saben aun cuándo llegarán los cuerpos de los 19 jugadores, el cuerpo técnico y las directivas del equipo que fallecieron en el accidente.
Los familiares y los amigos de las víctimas reciben ayuda psicológica en el vestuario del estadio mientras el equipo sigue recibiendo apoyo y solicitudes de mas hinchas de otras ciudades de Brasil para unirse al equipo.