Varios museos de la capital ecuatoriana dejaron hoy su tradicional claustro en el casco colonial de la ciudad para salir a la calle e interactuar con la gente, en una iniciativa que busca estrechar los lazos entre la cultura y la comunidad.

La Casa Cultural Trude Sojka, el museo de Historia Natural «Gustavo Orcés», la Fundación Iglesia de la Compañía de Jesús, el museo ecuatoriano de Ciencias Naturales, el de Arte Colonial y «Yaku» Parque Museo del Agua expusieron parte de sus muestras en el tradicional Mirador de Guápulo.

Ese espacio al aire libre situado entre los barrios de Guápulo y la Floresta (este de Quito), que brinda al público una mirada hacia el aledaño valle de Cumbayá, ahora se vistió de «identidad» para ofrecer al público una muestra del arte que yace en los museos del casco colonial de la urbe andina.

Y no sólo hubo la muestra, explicada por los guías que habitualmente dirigen a los visitantes en los museos, sino también actividades lúdicas para que los más pequeños interactúen con las piezas exhibidas.

Fotografías en gran formato, muestras paleontológicas, imágenes religiosas enclaustradas en iglesias, experiencias de agricultura orgánica o métodos para conservar el ambiente se pudieron ver en la exposición museológica.

Esta iniciativa fue organizada por la Fundación Museos de la Ciudad y el Sistema Municipal de Museos y Centros Culturales como una acción piloto que busca mantenerse en el tiempo y acudir a diferentes barrios de la ciudad.

Juan Carlos Pinos, conservador de la Iglesia Museo de la Compañía de Jesús, indicó a Efe que esta es una gran oportunidad que tienen los centros para promocionar «esta parte de la cultura que se está perdiendo».

«Normalmente la gente dice que en los museos hay cosas que están congeladas en el tiempo» y, ante ello, «la idea es dinamizar nuevamente a los museos» para que salgan al encuentro «del gran público que se está perdiendo por las nuevas tendencias de ocio y entretenimiento como el cine y la televisión», afirmó.

En esta primera experiencia de «salir a la calle», Pinos dijo que la Fundación de la Compañía de Jesús llevó a Guápulo como tema la construcción de la fachada de la iglesia, una obra arquitectónica de arte barroco.

Y es que, según contó Pinos, el frontispicio de la iglesia está por cumplir los 250 años de su construcción, por lo que la muestra incluye un conjunto de herramientas (cinceles, martillos, espátulas) que usaron los obreros indígenas en la edificación de la fachada, considerada un «emblema de Ecuador».

Juntar muestras museológicas en la calle ha sido una idea que ha ido madurando desde que el Sistema Municipal de Museos se creó hace unos 15 años, agregó Pinos.

Algunos museos «ya lo han hecho (salir a la calle) y la gente ha respondido» a la propuesta, lo que también se traduce en un aumento de las visitas del público a los centros culturales del casco colonial de la ciudad, añadió.

«Un pueblo que no conoce de dónde viene no sabe a dónde va», y eso es justamente la filosofía de un museo, aseguró Pinos que, sin embargo, admite que el «museo tiene que avanzar» y desarrollarse, porque «la cultura es dinámica y viva».