Nelsa Curbelo tiene décadas trabajando de cerca con las bandas y en barrios populares, tratando de rescatar a los jóvenes de las organizaciones delictivas. Y, ahora que ha dejado la Comisión para el Diálogo Penitenciario y Pacificación del sistema carcelario de Ecuador, su labor continúa en las calles.
Curbelo, quien es experta en gestión de conflictos, figuraba hasta el jueves como presidenta y vocera de la comisión creada por el presidente de la República, Guillermo Lasso, para fortalecer el sistema penitenciario, luego de los más de 300 asesinatos que se dieron en 2021.
Días después de presentar el primer informe, en el que expuso la corrupción y las condiciones inhumanas en las que muchas PPL supuestamente vivirían, la mujer, de 79 años, renunció.
Continuaría trabajando en un proyecto entre el Municipio de Guayaquil y el Consejo de la Judicatura para formar a jueces de paz que permitan resolver conflictos barriales, lo que ya empezó a hacerse en 2020.
Además, en estos proyectos se trabajaría en sectores deprimidos, como el Guasmo, donde viven muchas familias de los privados de libertad. Con ellos se trabajaría para crear cooperativas que permitan generar economías legales para así abandonar negocios por fuera de la ley.
Sobre su trabajo en la comisión
El martes, la Comisión de Diálogo Penitenciario y Pacificación presentó su informe de los primeros tres meses de trabajo. Los comisionados concluyeron que funcionarios del SNAI, policías y militares recibían pagos de las organizaciones para conseguir comida, armas y demás artículos prohibidos. Al menos el 10 % de los funcionarios estaría inmerso en actos de corrupción.
Curbelo destaca: “El equipo (la comisión) ha hecho un buen trabajo. Han sido días enteros y, a veces, noches. Creo que hemos trabajado intensamente para comprender la realidad carcelaria”, sostuvo.
Ella menciona que las prisiones no son centros de rehabilitación y que la violencia no viene solo de los privados de libertad. Destaca, además, que ellos deben contar con las condiciones mínimas, y que eso no se cumple.
Otra preocupación de la argentina es el hacinamiento y que la mayoría de los privados de libertad son jóvenes y de hogares humildes.
Nelsa Curbelo menciona que estuvo en desacuerdo con la reapertura de La Roca y el programa de rehabilitación que ahí se aplica. Considera que esto es una declaración de guerra contra las bandas.
Ella espera que las conclusiones y recomendaciones a las que se llegó en el primer informe no queden solo en el papel, porque la comisión no cuenta con recursos, sino que ellos solo podrían facilitar convenios y acuerdos.
Lo que sí aclara es que va a participar junto con los otros comisionados en la creación del libro que se publicará tras el fin de la comisión. Pero destaca que prefiere dar un paso al costado y que ayudará en lo que pueda.
“Mi edad no me permite tener muchos plazos”, expresa. (I)
NOTA ORIGINAL: El Universo – LINK