El coronel en servicio pasivo, Marcelo Flores, aseguró que el tema del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) y la diferencia con el Gobierno por los dineros pagados en la compra de 66 lotes en Samanes, fue un detonante de varios impases que iniciaron desde que el presidente Rafael Correa asumió el poder en 2007. Dijo además, que no habrá solución a este problema mientras el Gobierno no muestre respeto por las FF.AA.
Según el representante de los militares en servicio pasivo, desde esa época el Gobierno inició una “desmembración” de las FF.AA. y de su patrimonio con la toma de varios terrenos que les pertenecían, incluyendo aquellos que pertenecían a la Reserva Militar de Arenillas que protegían a las poblaciones aledañas de posibles ataques de las fuerzas peruanas. Se trataría de 600 hectáreas que fueron parceladas y entregadas a comunidades para que las pongan a producir, pero que no se lo ha hecho, expresó Flores.
Se refirió también a la Ley de Héroes, con la que según Flores se reconoció como combatientes a personas que no estuvieron en la línea de fuego y se habría dejado de reconocer a otros que sí lo hicieron.
Sobre el impasse actual, explicó que cuando el Issfa adquirió los terrenos ahora en disputa por su valor, estos no eran habitables y corrían el riesgo de sufrir inundaciones. Aseguró que por el año 1998 el metro de terreno en ese sector valía 2 dólares, con la intervención y trabajo del municipio de Guayaquil, pasó a costar entre 8 y 10 dólares y hoy, con la infraestructura actual, el valor nominal del metro cuadrado llegaría a costar hasta 100 dólares, indicó Marcelo Flores.
Finalmente, el militar en servicio pasivo se mostró preocupado por lo que ocurrirá con las 180 hectáreas restantes que aún pertenecen al Issfa, que de no ser cotizados de la manera adecuada afectará al patrimonio de las FF.AA. que no pueden acceder a otro tipo de beneficios que no sean los que les genera el Issfa, sentenció.