“Muchas gracias por el esfuerzo que han hecho. Eso se llama heroína, hasta los más chicos pueden ser héroes, sigan adelante. No se dejan vencer, no se dejen engañar, no pierdan la alegría, no pierdan la esperanza, no pierdan la sonrisa, sigan adelante. Les voy a dar la bendición a todos”, dijo el Papa para luego rezar un Avemaría con todos los presentes. “Gracias por la valentía, gracias por el coraje. Recen por mí y que Dios los bendiga”.
Los jóvenes rehabilitados a través de la Fundación del padre Javier de Nicoló, quienes superaron su vida en las calles, fueron los que lo recibieron, le cantaron y bailaron para recibirlo. Además ofrecieron unas palabras y le dieron tres regalos: una ruana, un vitral y un velón.
Tras esto, el Papa ingresó a la capilla, donde se reunió con personal de la Nunciatura y le ofreció flores a la Virgen y gratitud por la bonanza del viaje. Allí lo esperaba una cena privada, antes de su descanso.
Francisco llegó a la Nunciatura luego de recorrer toda la calle 26 (Avenida El Dorado) donde habían miles de personas viendo el paso de la caravana del Santo Padre para saludarlo y darle la bienvenida con banderas y pañuelos blancos.
Fuente: El Colombiano