Esto en el marco del encuentro “Julian Assange, cuatro años de libertad negada”, que terminará mañana en el Centro Internacional de Estudios Superiores para América Latina, Ciespal.
Alfred de Zaya destacó el papel de ciudadanos como Edward Snowden, asilado en Rusia, Chelsea Manning, presa en lo Estados Unidos y el propio Julian Assange. Para el jurista Garzón, la única posibilidad para darle salida al proceso legal de Assange es que no se lo obligue a perder sus derechos de asilo en el Ecuador, para rendir declaraciones. “Le hemos planteado a la justicia sueca, que si Assange es encontrado culpable, al final del proceso legal, podría cumplir su sentencia en el país que le concedió asilo: Ecuador”.
La prioridad ecuatoriana es que no se deje al periodista australiano a merced de la justicia sueca, pues detrás se ocultan los intereses del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que busca a Assange por haber filtrado millones de documentos clasificados que dejaron en entredicho la postura de ese país, en cuanto a la defensa de los Derechos Humanos.
Garzón comparó el limbo en el que ha caído el caso, con la situación de la prisión de Guantánamo en la isla de Cuba. El mundo entero y hasta el propio presidente de los EE. UU, solicitan su cierre, pero nadie actúa para efectivizar este hecho.
Otro punto importante del evento fue la presentación de la obra ‘Cuando Google encontró a WikiLeaks’, escrita por el periodista australiano durante su asilo en la Embajada de Ecuador en Londres. La presentación la realizo el comunicador Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, en español. “Lo que revela Assange es todo lo que Google sabe de nosotros y lo cede al aparato administrativo o al aparato securidad o al aparato militar de los Estados Unidos”, dijo Ramonet. “Vivimos en un nuevo orden informativo, donde todas las actividades son vigiladas e informatizadas, por ello es indispensable contar con mecanismos de defensa desde la red”, concluyó.