Las autoridades noruegas destacaron las «consecuencias dramáticas» del seísmo para más de un millón de personas y la urgencia de la ayuda, tanto en labores de búsqueda y rescate como de alojamiento y víveres para los supervivientes.
«Ecuador necesita apoyo en el trabajo humanitario. La gente precisa un techo sobre la cabeza, ayuda sanitaria, agua potable y comida. Priorizaremos el apoyo a la labor de emergencia a través de las organizaciones humanitarias con las que ya colaboramos», declaró en un comunicado el ministro de Exteriores noruego, Børge Brende.
Entre esas organizaciones Exteriores menciona a Caritas y a la Cruz Roja Noruega.
La costa norte ecuatoriana registró hace dos días un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que ha causado al menos 272 muertos y 2.068 heridos, además de un número indeterminado de desaparecidos.