La unidad anticrimen de la Policía noruega (Kripos) anunció que ha identificado los cuerpos de todos los ocupantes tras finalizar los análisis de laboratorio de los restos humanos y los nombres de todos los muertos han sido hechos públicos.
Once de los pasajeros fueron declarados muertos horas después del siniestro, y aunque continuaban las labores de búsqueda se había dado por muertos a los otros dos hace días.
Los fallecidos, doce hombres y una mujer, tenían entre 32 y 60 años y eran de nacionalidad noruega, salvo un británico y una italiana.
La Comisión de Accidentes noruega informó de que sigue analizando el contenido de la caja negra del aparato para averiguar las causas del siniestro, aunque avanzó que no se registró ninguna llamada de socorro de los pilotos.
El helicóptero se estrelló el viernes al mediodía junto a la costa de la isla de Turøy, al oeste del país, cuando iba en dirección al aeropuerto de Bergen, la segunda ciudad noruega.
Los once pasajeros y dos tripulantes volaban desde una plataforma en el yacimiento Gullfaks B, propiedad de la petrolera Statoil, en un aparato EC225 (Super Puma) de la firma Eurocopter.
Otros aparatos de ese modelo se han visto involucrados en varios accidentes en los últimos años, y durante nueve meses recibieron una prohibición de vuelo, aunque la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) les otorgó un permiso para volar de nuevo en julio de 2013.
Las autoridades noruegas han prohibido temporalmente el vuelo de esos helicópteros hasta que se esclarezcan las causas del accidente.