El movimiento telúrico se produjo a 10 kilómetros de profundidad en la provincia de Esmeraldas, donde durante la madrugada ocurrió otro sismo de 6,8 grados, el mismo que fue una réplica del terremoto de magnitud 7.8 que sacudió zonas del norte de la Costa ecuatoriana el pasado 16 de abril que dejó 661 fallecidos.
El nuevo temblor motivó que las personas, especialmente, que viven en edificaciones altas, salgan a la calles y avenidas como medida de prevención.