Esta carta fue consensuada inicialmente por Ecuador y Colombia, y se volvió una iniciativa de nueve países de Sur y Centroamérica: Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá y Perú, y conmina a los Estados Unidos a revisar su política migratoria que alienta a los ciudadanos cubanos a migrar de manera irregular, poniéndolos en una situación de vulnerabilidad.
En concreto, los Cancilleres firmantes explican en la misiva que: “La Ley Pública 89-732 de 1966 conocida como “Ley de Ajuste Cubano” y la política llamada comúnmente “pies secos, pies mojados” se han constituido, en este contexto, en un estímulo al flujo desordenado, irregular e inseguro de ciudadanos cubanos que […] transitan por nuestros países con el propósito de llegar a cualquiera de los puntos fronterizos estadounidenses”.
En particular, este fenómeno genera una grave crisis humanitaria para las personas de nacionalidad cubana en situación de movilidad. Los nueve Cancilleres han escrito que: “[…] ciudadanos cubanos exponen sus vidas a diario buscando llegar al territorio de los Estados Unidos. Estas personas, en extrema vulnerabilidad, son víctimas de las mafias dedicadas al tráfico de migrantes, la explotación sexual, y los asaltos colectivos”.
Ecuador cree en el derecho de las personas a migrar libremente, y defiende que es un derecho humano fundamental. Sin embargo, las políticas caducas de Estados Unidos están incitando el tráfico ilegal de ciudadanos, que violentan los derechos de las personas en movilidad.
Por lo tanto, los países firmantes de la carta consideran que, para reducir esa amenaza que atenta contra la dignidad y la vida de los migrantes cubanos, es necesario hacer frente a “las principales causantes de la situación actual”: “[…] la revisión de la Ley de Ajuste Cubano y la política “pies secos, pies mojados”, sería un primer paso para detener el agravamiento de esta compleja situación y parte de una solución definitiva para asegurar una migración ordenada y regular en nuestra región”.
Sobre esta iniciativa, el canciller de Ecuador, Guillaume Long, refirió:
“El hecho de que nueve cancilleres hayan firmado ésta carta, demuestra la fuerza del sentimiento que hay en América Latina sobre cómo la política de Estados Unidos está creando una crisis migratoria en nuestra región.
Además, esta política pone en situación de alta vulnerabilidad a los propios ciudadanos cubanos que migran alentados por la política “pie seco, pie mojado” de Estados Unidos, y se convierten en víctimas del tráfico de personas, la explotación sexual y la violencia.
Es hora de que los EE.UU. cambie sus políticas migratorias obsoletas hacia los cubanos, pues están socavando la migración regular y segura en nuestro continente. Además, nos parece que se trata de una discriminación terrible; mientras nuestros migrantes tienen que esconderse y a menudo vivir décadas con la amenaza de la deportación, los ciudadanos cubanos, si pisan territorio estadounidense, al cabo de un año tienen la residencia, y con cinco años de residentes pueden aspirar a obtener la nacionalidad. Esta injusticia debe acabar para el bien de todos“.
La carta finaliza proponiendo al Secretario de Estado, John Kerry, una reunión de Alto Nivel para revisar esta problemática.