Las autoridades ya lo habían advertido, Bogotá es vulnerable y la amenaza de atentados aumentaba. La premonición se cumplió la tarde y noche del pasado sábado con el estallido de material explosivo colocado en un baño de mujeres de un concurrido centro comercial de la capital colombiana, que mató a tres personas, dejó a otras once heridas y desató el pánico.
Fue el segundo atentado de gravedad este año en Bogotá. El 19 de febrero, una explosión dejó un policía muerto y 23 uniformados y 2 civiles heridos, en un hecho atribuido a la guerrilla ELN.
El presidente Juan Manuel Santos, quien citó ayer a un Consejo de Seguridad, prometió capturar a los responsables y ofreció una recompensa de 100 millones de pesos ($ 35 mil) por información sobre el atentado ocurrido en el centro comercial Andino, donde familias hacían compras por el Día del Padre.