El ébola es una enfermedad grave y a menudo mortal, con tasas de letalidad que varían del 25% al 90%. Actualmente, se encuentran disponibles tratamientos eficaces y si los pacientes reciben un tratamiento temprano, sus posibilidades de supervivencia mejoran considerablemente.
La República Democrática del Congo ha sufrido varios reinfecciones anteriores entre el 2018 y el 2020, en donde este virus mató a casi 2 300 personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó un nuevo brote de ébola en la República Democrática del Congo. El primer caso se trata de un hombre de 31 años, de la ciudad de Mbandaka, en la provincia noroccidental de Ecuador. El paciente comenzó a experimentar los síntomas el 5 de abril y después de una semana en su casa, el 21 de abril buscó tratamiento en un centro de salud local para recibir cuidados intensivos, pero murió ese mismo día. El 26 de abril, el organismo internacional confirmó una segunda muerte por este virus, en el noreste del Congo. Se trata de una mujer de 25 años, que era la cuñada del primer fallecido.
Este es el sexto brote de ébola en la provincia desde el 2018 y el decimocuarto en el país desde 1976, según registros de las Naciones Unidas.
La OMS se encuentra activa tratando de detener los nuevos contagios actuales de este virus mortal. Aunque una gran mayoría de ciudadanos en el país, están vacunados, se ha empezado una nueva inoculación.
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