Judicial Watch, un grupo conservador, dio a conocer 296 páginas de correos de la candidata presidencial demócrata, incluyendo 44 que, según el grupo, no fueron entregados por Clinton al Departamento de Estado. Los correos, que están censurados en gran parte, plantean preguntas sobre la influencia de la Fundación Clinton en el Departamento de Estado.
En un ejemplo, Doug Band, alto oficial de la Fundación Clinton, pidió a asesores de Clinton que le dieran trabajo en el Departamento de Estado a alguien. En el correo, Band dice a Cheryl Mills y Huma Abedin, exfuncionarios del departamento, que es «importante hacerse cargo de (censurado)». Abedin le asegura a Band que el área de personal «le ha enviado varias opciones».
Los correos fueron obtenidos por el grupo a través de la Ley de Acceso a la Información en 2005. El grupo no respondió a una solicitud de CNN para realizar comentarios.
La campaña de Trump dijo que los correos son evidencia de la corrupción de Clinton. La prolongada investigación sobre su uso de correo electrónico privado mientras estuvo en el Departamento de Estado ha causado desconfianza política y dañado su campaña presidencial. Pero el Departamento de Justicia declinó presentar cargos contra Clinton por el manejo de información clasificada relacionada con el servidor. Aunque James Comey, director del FBI, dijo que ella fue «extremadamente descuidada», dijo que «ningún fiscal razonable presentaría cargos en ese caso».
En un correo de 2009, Band le pide a Abedin y Mills que pongan en contacto a Gilbert Chagoury, un multimillonario de nigeriano y libanés y donante de la fundación- con alguien importante del Departamento de Estado en Líbano.
«Es Jeff Feltman», responde Abedin, tras referirse a Jeffrey Feltman, quien era embajador de Estados Unidos en Líbano en ese entonces. «Me aseguraré de que lo conozca. Hablaré con Jeff».
Tom Filton, presidente de Judicial Watch, dijo en un comunicado que Clinton «escondió 44 correos electrónicos a propósito.
«No me extraña que Hillary Clinton y Huma Abedin escondieron los correos a los estadounidenses, las cortes y el congreso», dijo en el comunicado. «Muestran que la Fundación Clinton, los donantes de Clinton y funcionarios trabajaron con Hillary Clinton en una potencial violación de la ley».
La campaña de Clinton dijo que los correos no se relacionan con su trabajo en el Departamento de Estado.
«Ninguno de esos correos involucran a la secretaria o se relacional con el trabajo de la fundación», dijo Josh Schwerin, vocero de la campaña de Clinton. «Son comunicaciones entre sus empleados y el asistente personal del presidente, y de hecho la recomendación fue para uno de los exfuncionarios del Departamento que no era empleado de la fundación».
La campaña de Donald Trump, en tanto, buscó usar los correos para pintar a Clinton como corrupta.
«Esta es una evidencia más de que Hillary Clinton carece de juicio, carácter, estabilidad y temperamento», dijo Stephen Miller, director de política nacional de Trump. «Ella mira su trabajo público como nada mas que una forma de enriquecerse políticamente y cada dolar que toma viene a costa del bienestar del público. Lo último es una ventana perturbadora e impropia hacia una oficina de corrupción, y es una evidencia más de que Hillary Clinton ha estado mintiendo desde el principio, y que por cualquier definición razonable, intentó obstruir la investigación del FBI».
Trump también tuiteó: «¿Cuándo van a hablar los medios sobre las políticas de Clinton que han dejado a gente muerta como en el caso de Libia, las fronteras abiertas y tal vez sus correos?».
La fundación Clinton no fue parte de una reciente investigación sobre su correo personal, sino que se realizó por separado.