Obama prolongó hoy durante un año más una orden ejecutiva que declara una «emergencia nacional» por la amenaza que representa Irán para EE.UU., que supone la base legal para muchas de las sanciones contra Teherán y que se ha renovado cada año desde 1995.
El mandatario recordó que, con base en el acuerdo alcanzado el año pasado entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania), su Gobierno levantó en enero «las sanciones relacionadas con el programa nuclear de Irán», pero el resto de restricciones sobre la economía iraní «siguen en vigor».
«Ciertas acciones y políticas del Gobierno de Irán son contrarias a los intereses de Estados Unidos en la región y siguen suponiendo una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de EE.UU.», dijo Obama en una carta enviada a los líderes de ambas cámaras del Congreso.
«Por estas razones, he determinado que es necesario continuar con la emergencia nacional declarada con respecto a Irán y mantener en vigor algunas sanciones contra Irán para responder a esta amenaza», añadió el presidente.
La declaración de «emergencia nacional» es una prerrogativa con la que cuentan los presidentes estadounidenses para proporcionar una base legal a la imposición de sanciones contra un país, y Obama también la ha utilizado desde el año pasado en el caso de Venezuela.
Pese a su alivio de sanciones al programa nuclear iraní, Estados Unidos mantiene las restricciones relacionadas con el apoyo de Irán al terrorismo o sus abusos de derechos humanos, y en enero anunció nuevas medidas punitivas contra Teherán por su programa de desarrollo de misiles balísticos.
Este martes, el Departamento de Estado expresó su preocupación por los informes de que Irán ha hecho una nueva prueba a gran escala de misiles balísticos y aseguró que, si lo confirma, llevará el asunto al Consejo de Seguridad de la ONU.