El documento de 220 páginas recoge recomendaciones para los Estados que se encuentran desarrollando procesos electorales en el marco de la pandemia del COVID-19.
Según se informa, a nivel mundial más de 60 convocatorias a elecciones han sido pospuestas, y en el continente americano países como Bolivia, Chile, República Dominicana y Uruguay reagendaron sus procesos.
La OEA alerta a las autoridades que «deben ser conscientes de que el principal riesgo de una elección es que se convierta en una oportunidad de amplificación de la propagación del COVID-19».
Además de recomendar que el personal electoral, y quienes forman parte de los juntas receptoras del voto, se les provea de mascarillas, alcohol en gel para su protección, plantean que se cree una Comisión de Seguimiento que evalúe la implementación de las medidas sanitarias y los problemas que se puedan ir produciendo, para facilitar la toma de decisiones.
Se sugiere que la autoridad electoral, en este caso el Consejo Nacional Electoral (CNE), identifique los recursos humanos, materiales e insumos sanitarios que se requerirán para la organización y celebración del proceso electoral. Por ejemplo, que coordine con las autoridades de salud la disponibilidad en el país de los insumos sanitarios para asegurar el stock.
En el ámbito del material electoral, se alerta que se consulte con fabricantes y expertos los riesgos que puede suponer la tinta indeleble, que suelen usar electores como firma.
Una opción para evitar contagios podría ser el uso de cotonetes o goteros para manchar el dedo sin tocar la piel.
A los miembros de las mesas de votación se les debería proveer, según la OEA, de kits sanitarios que incluyan máscaras, alcohol en gel, desinfectantes a base de alcohol o cloro para limpieza, jabón, toallas de papel, bolsa para residuos.
También que se permita a los electores acudir con sus propios bolígrafos para que marquen su voto, y así evitar el compartir estos accesorios.
Nota Original: El Universo – LINK