Los ocho candidatos a la presidencia de Ecuador protagonizaron este domingo un debate político saturado de ofertas, salpicado de ataques y resonado en las redes sociales, a dos semanas de los comicios generales del 19 de febrero.

EFE

Este es el primer encuentro de todos los presidenciables ecuatorianos, que se disputan el cargo que dejará vacante el izquierdista Rafael Correa tras diez años de ejercicio, y que se presentó como una oportunidad para convencer a los indecisos.

Según la Agencia EFE, en el debate, organizado por el diario El Comercio, participaron el candidato oficialista Lenín Moreno, del movimiento Alianza País (que lidera Correa); Guillermo Lasso, del centroderechista CREO; Cynthia Viteri, del Partido Social Cristiano; y Paco Moncayo, de la socialdemócrata Izquierda Democrática.

También debatieron los populistas Patricio Zuquilanda, del Partido Sociedad Patriótica, y Abdalá Dalo Bucaram, de Fuerza Ecuador; así como los independientes Iván Espinel, de Compromiso Social, y Washington Pesántez, de Unión Ecuatoriana.

Con un orden previamente sorteado, Espinel, el candidato más joven (33 años), no dudó en acusar al oficialismo por la polarización generada en la sociedad ecuatoriana y por ello convocó a la «unificación del país». Volvió a presentar su propuesta de Ley bisturí para acabar con el cáncer de la corrupción en el que, según dijo, ha caído el Gobierno, aunque también atacó al exbanquero Lasso, al hacerle responsable de la crisis financiera de 1999, considerada la peor de la historia nacional.

Lasso, por su parte, dijo que aceptó la candidatura por estar harto de los políticos y del actual Gobierno. Prometió recuperar la democracia, generar un millón de empleos, reformar la función judicial y abrir la economía ecuatoriana al mundo a través de tratados de libre comercio.

El exbanquero dijo que emprenderá una reforma de la justicia con la ayuda de Naciones Unidas, derogará la ley de comunicación, eliminará catorce impuestos vigentes, ofrecerá crédito a campesinos e impulsará zonas francas para el turismo y para la salud.

El socialdemócrata Moncayo ofreció un cambio en el timón del Estado, pero «en paz, honrado y sin sobresaltos», que deje atrás a un Gobierno autoritario y que recupere la independencia de las funciones del Estado.

Criticó al oficialista Moreno por ofrecer planes de vivienda y se preguntó por qué el actual Gobierno no realizó esos programas. Para Moncayo, Ecuador tendrá futuro «si está bien gobernado».

Moreno, por su parte, ofreció someter a una «cirugía mayor» a la corrupción, no sólo a la que ha surgido en escándalos en los últimos días, sino también a la que ha ocurrido en el pasado. «Cárcel a los corruptos de ayer y de ahora», añadió y, además, propuso llevar adelante la «misión ternura», para erradicar la desnutrición infantil; la construcción de 40 universidades técnicas, el plan «casa para todos», crear 250.000 empleos por año y pensiones para todos los ancianos.

El independiente Washington Pesántez dijo que convocará a una Asamblea Constituyente para que redacte una nueva Carta Magna con la que se ponga fin a ciertas políticas aplicadas por Correa. También criticó la actual carga tributaria y ofreció no cobrar el impuesto al valor añadido (IVA) durante tres días al mes, además de prometer impulsar al sector agrícola.

Patricio Zuquilanda se comprometió a eliminar partidas para la compra de armas y a convocar a los soldados a contribuir al desarrollo nacional. Retornar a la bicameralidad del Congreso, degollar a la corrupción, reestructurar la deuda exterior, atraer a la banca privada internacional y crear la Flota Pesquera de Alto Calado fueron varias de sus propuestas.

Bucaram, hijo del expresidente del mismo nombre, tildó al de Correa como el «Gobierno más corrupto de la historia» y desafió al actual mandatario a un debate. Ya entre sus ofertas mencionó la creación de clínicas veterinarias gratuitas para mascotas, un seguro social para la niñez y liberalizar el acceso a las universidades.

Finalmente, la socialcristiana Cynthia Viteri dijo que se empeñará en resolver el desastre que, según ella, ha dejado la administración de Correa. Entre sus propuestas más significativas figuró la de usar el moderno edificio sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en el norte de Quito, y convertirlo en un gran laboratorio de emprendimientos. Viviendas para pobres, condonación de deudas a campesinos y guarderías gratuitas para niños fueron otras ofertas de Viteri.

Asimismo EFE indicó que fuera de escenario, el presidente Correa, a través de Twitter, criticó a sus opositores y alabó a Moreno. «Sin duda, Lenín ganador del debate. Altura, ideas, convicción. Pero en general… ¡qué pobreza de debate!», escribió el actual mandatario.