El movimiento oficialista Alianza País (AP) efectuará el próximo miércoles una concentración en Quito para recordar el "feriado bancario" del 8 de marzo de 1999, hito de una crisis financiera considerada como la peor de la historia nacional.

Foto: Archivo/Presidencia de la República

Así lo confirmó ayer el propio presidente del país, Rafael Correa, quien lidera también AP, durante su habitual informe de los sábados, en el que llamó a sus compatriotas a «recordar un aniversario más de ese nefasto acontecimiento».

La convocatoria del oficialismo para el próximo miércoles coincide con otra efectuada por la oposición para el mismo día, pero en la ciudad portuaria de Guayaquil, con la intención, según sus organizadores, de «defender la democracia».

Ambas concentraciones se darán el Día Internacional de la Mujer y justo antes de la convocatoria que el Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene previsto efectuar para la campaña proselitista que arrancará el próximo viernes, de cara a la segunda vuelta de los comicios presidenciales del 2 de abril.

El candidato presidencial oficialista Lenín Moreno y el opositor Guillermo Lasso, en ese orden, ganaron su pase a la segunda ronda electoral, tras quedar primero y segundo (de entre ocho postulantes) en la primera vuelta de los comicios presidenciales del pasado 19 de febrero.

Correa dijo que la manifestación del oficialismo permitirá a la población «refrescar la memoria» y recordar cuando «nos quebraron como país».

El mensaje del mandatario apuntó, sobre todo, al candidato opositor Guillermo Lasso, un exbanquero que ha sido señalado por el oficialismo como uno de los «responsables» del «feriado bancario», por haber sido ministro de economía de la época, aunque el candidato niega tal extremo, al recordar que abandonó ese cargo antes que se desatara la crisis.

La crisis financiera, ocurrida durante el gobierno del expresidente democristiano Jamil Mahuad (1998-2000), generó también la más grande oleada de emigración de ecuatorianos, sobre todo a Estados Unidos, España e Italia, entre otros destinos.

Justamente, Correa agradeció hoy a los emigrantes ecuatorianos que durante la crisis enviaron importantes remesas de dinero al país, lo que, según el mandatario, logró sostener la maltrecha economía nacional.

Se estima que el salvamento bancario le costó al Estado más de 8.000 millones de dólares.