ACNUR explicó en un comunicado que esta operación se lleva a cabo después de que el Gobierno de Ecuador hubiese solicitado ayuda a las Naciones Unidas.
La organización espera que el primer avión a Quito salga en las próximas 48 horas desde Copenhague, donde está su sede logística.
En este primer vuelo el ACNUR enviará a los afectados unas 900 tiendas de campaña, 15.000 colchonetas para dormir, utensilios de cocina y, debido al riesgo de la epidemia de zika, unos 18.000 equipos de repelentes contra los mosquitos.
Una vez en Quito, la ayuda será enviada lo antes posible a las zonas más afectadas, como Manabi, Santo Domingo, Esmeraldas y Guayaquil, al oeste del país.
El objetivo del ACNUR es que esta ayuda cubra las necesidades básicas de alojamiento y refugio de unas 40.000 personas, incluidos refugiados, solicitantes de asilo y residentes, afectados por el terremoto.
El pasado sábado se produjo un terremoto entre las ciudades costeras de Cojimíes y de Pedernales que hasta el momento ha dejado más de 350 muertos y cerca de 2.100 heridos, una cifra que las autoridades del país creen que se incrementará en las próximas horas.
La organización de la ONU ha movilizado desde ese día a sus efectivos en el país, así como sus reservas a las zonas de Carchi, Esmeraldas, Manta y Pedernales.
«Nos encontramos ante una situación muy angustiante y urgente. Mientras que se han perdido cientos de vidas, también hay muchas otras personas que no tienen a dónde ir, incluyendo a refugiados y solicitantes de asilo», dijo en un comunicado la directora del ACNUR para América, Renata Dubini.
Ecuador es el país de América Latina que más refugiados acoge, entre ellos unos 200.000 colombianos, de los que muchos estaban asentados en las zonas afectadas por el terremoto.