Según el periodista brasileño, Víctor Rocha, la expectativa en Brasil es porque la mayoría de senadores vote a favor de la salida de Rousseff. Sus opositores esperan, incluso, conseguir 10 votos más de los 41 que se necesitan para destituirla. A su criterio, es casi imposible que la Mandataria supere este proceso.
Sobre una posible renuncia de Dilma, Rocha aseguró que es difícil que esto ocurra, debido a que en principio ella sería suspendida de sus funciones por 180 días en los que la decisión se someterá a un análisis jurídico que determinará finalmente su destitución o no.
En contexto, el periodista comentó que hay varios puntos en discusión:
1. Todos los presidentes anteriores a Rousseff realizaron movimientos similares al de retrasar los pagos de deudas y obligaciones del Gobierno para ocupar ese dinero en programas sociales. No obstante, en el caso actual le reclaman que debió pedir la aprobación del Congreso.
2. Los motivos por los que se le investiga se derivan de actos ejecutados en el mandato anterior y, según la Constitución de Brasil, solo se puede destituir a un Presidente por los actos realizados en su actual administración.
3. Dilma tuvo el apoyo del presidente del Congreso, Eduardo Cunha, hasta que el Gobierno aceptó investigaciones en su contra por el caso Petrobras. Un día después de eso, Cunha aceptó iniciar el proceso de juicio político en contra de la Presidenta.
En todo caso, la tensión política está instalada en Brasil, en lo que podrían ser las últimas horas de Dilma Rousseff al frente de la Presidencia.