Guaidó, reconocido por medio centenar de países como mandatario interino, llamó a manifestaciones en todo el país cuando se celebrará el Día de la Juventud “para enviarle un mensaje” a la Fuerza Armada. “Nos movilizaremos en todo el país para lograr la entrada de la ayuda humanitaria que permita atender la crisis”, expresó el también jefe del Parlamento de mayoría opositora.
Alimentos y medicinas enviados por Estados Unidos permanecen desde el jueves 7 de febrero en un centro de acopio en la ciudad de Cúcuta, Colombia, cerca del puente fronterizo Tienditas, bloqueado por militares venezolanos con dos contenedores y una cisterna. Maduro, quien niega que exista “crisis humanitaria”, rechaza la ayuda por considerarla el inicio de una intervención militar de Estados Unidos, además de un “show político”. Culpa a sanciones estadounidenses de la escasez de alimentos y medicinas que, junto con la hiperinflación, agobia a los venezolanos.
Unos 2,3 millones emigraron desde 2015, según la ONU, debido a la peor crisis en la historia reciente del país petrolero. Versiones de prensa señalan que el gobierno envió fuerzas policiales de élite a Táchira, estado fronterizo con Colombia, en vísperas de la marcha. La movilización opositora también honrará a los fallecidos -unos 40 según la ONU- durante disturbios ocurridos desde el 21 de enero. “Vamos a seguir movilizados” Guaidó se autoproclamó presidente interino el 23 de enero luego de que el Parlamento declarara a Maduro “usurpador” por haber sido reelegido en unos comicios cuestionados dentro y fuera de Venezuela.
La asistencia humanitaria concentra esta semana su ofensiva para lograr que “cese de la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres”. “Vamos a seguir movilizados para salvar vidas con la ayuda humanitaria”, dijo el opositor, quien cuenta con el decisivo impulso de Estados Unidos y un creciente respaldo de la Unión Europea (UE) y América Latina. A su vez, su equipo de colaboradores en Washington organiza para el próximo jueves 14 de febrero una conferencia internacional en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) para “sensibilizar” a gobiernos, organismos multilaterales, empresas y oenegés sobre la ayuda para Venezuela.
Más de 20 000 voluntarios se inscribieron, según la oposición, para colaborar en el proceso de entrada de la asistencia. Según Guaidó, en los próximos días se abrirán otros centros de acopio en el vecino Brasil y en una isla caribeña por definir. Tratando de fracturar a la Fuerza Armada, columna vertebral del gobierno, el líder opositor, de 35 años, ha advertido a los militares que impedir la entrada de alimentos y medicinas es un “crimen de lesa humanidad”. No obstante, la cúpula militar sigue profesando “lealtad absoluta” a Maduro. El domingo 10 de febrero, la Fuerza Armada inició cinco días de ejercicios en todo el país, para enfrentar una eventual invasión de Estados Unidos. “No habrá imperio que se atreva tocar el territorio de Venezuela”, aseguró el presidente socialista, al inaugurar las maniobras.
Guaidó advirtió el viernes, en entrevista con AFP , que hará “lo necesario” para lograr que “cese la usurpación” y “salvar vidas”, sin descartar que el Parlamento autorice la intervención de una fuerza extranjera. El gobierno de Donald Trump, con el que Venezuela rompió relaciones por considerar que está detrás de un golpe de Estado, no descarta el uso del ejército en Venezuela. Estados Unidos propuso al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas un proyecto de resolución sobre Venezuela en el que le pide que facilite la ayuda humanitaria y se comprometa a unas elecciones presidenciales, un texto al que se opuso Rusia, según fuentes diplomáticas.
Además de Moscú, Maduro cuenta entre sus aliados a Turquía, Irán y China, aunque Pekín -al que Caracas adeuda unos USD 20 000 millones– ha dicho que mantiene contactos con todas las partes.
Fuente: El Comercio – Nota Original: LINK