Esta región del este de Asia es, junto con Australia y por la diferencia horaria, la primera del mundo en la que los ecuatorianos acuden hoy a ejercer su derecho al voto, que es obligatorio dentro del país y facultativo para los residentes en el extranjero.
En China residen aproximadamente un millar de ecuatorianos, la mayoría estudiantes, de los que 310 están empadronados y convocados a votar hoy en los consulados de Pekín, Shanghái y Cantón, explicó a Efe la cónsul en la capital, Paola Prado.
El consulado de Pekín habilitó una mesa de votación, abierta desde las 07.00 hasta las 17.00 (23.00 GMT del sábado-09.00 GMT del domingo) y que había registrado a mediodía 30 votos, en línea con las pasadas elecciones de 2013.
Prado recordó que la jurisdicción de la capital abarca más del 80 por ciento del enorme territorio chino, por lo que muchos residentes no pueden desplazarse para votar, ya que Ecuador no practica el voto por correo.
Estas son las primeras elecciones sin Correa desde que ganó los comicios de octubre de 2006. «Ecuador está dando un ejemplo de lo que significa el ejercicio de la democracia y la alternabilidad en el poder», afirmó el embajador ecuatoriano en China, José María Borja.
La ley ecuatoriana permite que los jóvenes de entre 16 y 18 años puedan votar, algo que hicieron hoy en el consulado de Pekín Paola y Héctor Villagrán, dos gemelos de 17 años que residen en la capital china.
Ambos recibieron sonrientes su correspondiente certificado de haber votado por primera vez y dijeron a Efe que se sentían «bien, poderosos», apuntó Paula. «Yo me sentía nervioso, ahora me siento importante, algo especial», señaló su hermano.
Los votantes deben elegir cinco papeletas: una para presidente y vicepresidente; otra para la consulta popular sobre si los servidores públicos pueden tener bienes en paraísos fiscales; otra para los legisladores nacionales; una para legisladores representantes del exterior y otra parlamentarios andinos.
Para los gemelos, todo esto supuso buscar y estudiar «qué decían los candidatos, qué proponían», explicó Héctor. «Nos ha puesto a pensar un poco más», apunta su hermana Paola.