«No me estoy muriendo, me estoy recuperando. Solo está tomando un poco más de tiempo de lo que todos pensaban», dijo el exlíder de Black Sabbath, de 70 años, en un video publicado en sus redes sociales.
Osbourne ha estado entrando y saliendo del hospital durante casi un año debido a una caída que requirió una cirugía extensa en la columna vertebral y el cuello, así como una neumonía, complicaciones por una gripe e infecciones en una mano.
Todos estos problemas provocaron especulaciones en los medios sensacionalistas de que está cerca de la muerte.
El vocalista dijo que está muy aburrido de estar en cama todo el día, pero agregó: «tendrán que ser un poco más pacientes».