“No hay división en las bases del movimiento indígena”, aseguran dirigentes de este sector al ser consultados. Pero ya sin los micrófonos y grabadoras, los dirigentes admiten que las posturas políticas y discrepancias están presentes previo a la designación de los precandidatos a las elecciones presidenciales y legislativas de 2017.
Recientes hechos dentro de las bases y de la propia dirigencia indígena, entre sus organizaciones afines como la Ecuarunari, muestran la división. De eso da cuenta, por ejemplo, la reunión que se desarrolló en Cuenca (Azuay) el 19 de enero pasado. Marcelino Chumpi, prefecto de Morona Santiago por Pachakutik (PK), se reunió con Ramiro González, líder del partido Avanza; con Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil (PSC); y con Paúl Carrasco, prefecto de Azuay.
En la cita, Chumpi justificó su presencia en nombre de la diversidad. “En este Ecuador plurinacional debemos converger todos”. Emitió comentarios contra la dirigencia de Pachakutik, que reprochaba sus diálogos con esta ‘Unidad’. “Si mis compañeros no quieren mojarse el poncho, yo sí lo hago”. Días después ocurrió la accidentada reunión de la oposición, por iniciativa de Pachakutik.
El objetivo de la entonces coordinadora, Fanny Campos, era consolidar las fuerzas políticas opuestas al Gobierno, entre ellos, PSC-Madera de Guerrero, Avanza, Suma, CREO, Concertación, etc.
La cita terminó en altercados. El diálogo plural que planeó Campos, con Salvador Quishpe, prefecto de Zamora que ahora es precandidato a la Presidencia de la República, fue interrumpida por Jorge Herrera, titular de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
La asambleísta Lourdes Tibán (PK), quien también es precandidata presidencial, minimizó estos hechos. El jueves pasado, al terminar una de las primeras reuniones para debatir el plan de gobierno que la Conaie entregará a su brazo político, la legisladora aseguró que son diferentes puntos de vista, pero que siempre sale adelante una fuerza en común.