Sixto N., de 38 años, habría apuñalado en el corazón a sus pequeñas hijas Xiomara y Gabriela, de 5 y 9 años respectivamente, motivado aparentemente por celos, después de haberlas alimentado y cambiado de ropa.
El hecho ocurrió la tarde del domingo en el barrio Juive la Pampa, ubicado en la entrada de la ciudad. Pese a esto la noticia se supo la mañana siguiente, y desde entonces no hay otro tema del que se hable en el lugar. Mientras las niñas están siendo veladas en Arajuno, cantón de Pastaza, de donde es oriunda la madre, las investigaciones del caso continúan y ciertos vecinos del presunto asesino han preferido mudarse.
Es el caso de Alex (nombre protegido), quien hasta ayer vivía en el edificio de tres pisos donde sucedió la agresión. «Es increíble pensar que la persona que a diario saludaba en los pasillos con total calma y una sonrisa, hoy sea acusado de apuñalar a sus propias hijas. La pareja y las dos menores llegaron al edificio desde hace tres meses y desde entonces nunca escuchamos gritos o peleas; lo único que se oía es a las fallecidas juguetear en la terraza, pues ellos residían en la tercera planta», dijo. Al igual que Alex, otro vecino del lugar también ha decidido salir temporalmente del barrio debido a que el ambiente no es agradable.
«Mientras duren las investigaciones, mi esposa, mis tres hijos y yo nos quedaremos en casa de mis padres pues no es grato habitar cerca de donde se cometió este terrible acto», dijo Vicente, habitante de Juive La Pampa. En las calles del turístico cantón Baños la gente no da crédito a lo sucedido. Muchos conocían al inculpado pues era común, según comentan, verlo pasear y jugar con sus pequeñas en el centro y parque de Baños.
«La esposa trabajaba en una picantería y era conocida. Se rumora que su conviviente la celaba mucho y cometió el crimen por esta razón», señaló Fernando, vecino. Rosa L., madre de las pequeñas asesinadas, por su parte está recibiendo asistencia psicológica y médica pues la imagen de sus hijas muertas en la cama, la atormentan. «Ella está sumida en un estado de negación, a ratos, y ansiedad así como de desesperación. Hay momentos que se pierde y dice palabras sin sentido, no reconoce a familiares y allegados, y evitamos dejarla sola», señaló una pariente quien prefirió no identificarse.
Los cuerpos fueron trasladados al lunes temprano al Centro Forense de Ambato, donde se determinó que fueron apuñaladas en el corazón con un objeto cortopunzante. A las 15.00 del mismo día los familiares de la madre trasladaron a las niñas hasta su ciudad de origen, en Arajuno, donde se espera hoy sean sepultadas. «Entre todos los conocidos decidimos hacer una colecta a fin de que se pueda dar cristiana sepultura a las niñas», dijo Marta, vecina de Juive. Por su parte Denis Ocampo, fiscal de Baños, comentó que el progenitor se entregó y confesó el crimen voluntariamente, pocas horas después del hecho, sin influencia de drogas o alcohol. Las investigaciones y proceso legal contra el progenitor continúan.