Han pasado tres meses desde que la Fiscalía confirmó que los cuatro cuerpos incinerados en la parroquia de Taura, cantón Naranjal, provincia del Guayas, correspondían a los niños de Las Malvinas, quienes estuvieron desaparecidos desde el 8 de diciembre de 2024. En NotiMundo A La Carta, Luis Arroyo, padre de Ismael y Josué, señaló que, a pesar del tiempo transcurrido desde la tragedia, no se han logrado avances significativos en el caso.

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Arroyo indicó que las investigaciones están actualmente pausadas y añadió que se está a la espera de una nueva fecha para la reconstrucción de los hechos. Además, mencionó que un oficial de las Fuerzas Armadas aún no ha proporcionado su versión sobre cómo se encontró la ropa de los jóvenes, lo que, según él, añade más incertidumbre a la situación.

Cuestionó que, hasta el momento, los familiares no cuenten con un informe forense oficial que certifique que los cuerpos hallados corresponden a los de sus hijos. Debido a estas dudas, solicitó una exhumación internacional de los cuerpos para confirmar su identidad.

Otra de sus inquietudes es la entrega de los resultados de ADN, que contradicen la información inicial sobre el tiempo necesario para realizar las pruebas.

Arroyo también señaló que, a su juicio, hay manipulación de la información por parte del Estado, que parece intentar desacreditar a sus hijos. Mencionó un video que se publicó antes de una audiencia, que supuestamente muestra a los jóvenes en actividades delictivas, algo que él niega rotundamente.

El padre explicó que la pérdida de sus hijos ha dejado una herida profunda, y los momentos difíciles se agravan, especialmente después del reciente cumpleaños de Ismael. Añadió que, como padres tienen derecho a conocer la verdad sobre lo que realmente les ocurrió.

Finalmente, Arroyo insistió en que es crucial que no queden cabos sueltos en la investigación y que se haga justicia y se aclare el caso.

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