Hasta el próximo 1 de septiembre se desarrollarán en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en la ciudad ecuatoriana Mitad del Mundo, el III Foro de Ministros de Finanzas del Banco del Sur y la III Reunión Ordinaria de su Consejo de Administración para consolidar el ente financiero regional.
En los encuentros participarán titulares de Argentina, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Venezuela, Brasil y Paraguay, países que suscribieron el acta fundacional de la instancia regional, aunque los dos últimos están pendientes de ratificar el instrumento legal.
Las reuniones contarán con la presencia de autoridades de alto nivel para dar seguimiento a los acuerdos establecidos en la II Reunión Ordinaria del Consejo de Administración, realizada en septiembre de 2015 en la ciudad de Buenos Aires, con el fin de avanzar en la aprobación de las acciones necesarias para la operación del Banco del Sur.
Entre los temas a tratar en esos foros se encuentra la aprobación de miembros del Directorio Ejecutivo, el cronograma actualizado de aportes de capital en el año 2016, la modalidad operativa de la integración de aportes de capital, la revisión del Convenio Constitutivo del banco regional y a su vez, se tratará la invitación al resto de países que conforman la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
La puesta en marcha del Banco del Sur se considera un elemento clave, que fomente el ahorro y el retorno de capitales de los países latinoamericanos existentes en el exterior permitiendo el financiamiento de iniciativas regionales.
Según las estadísticas del Banco de Pagos Internacionales, América Latina tiene depositados más de 1.034.005 millones de dólares en el resto del mundo, y más del 75% de este monto está resguardado e invertido en Estados Unidos.
La semana pasada, el canciller de Ecuador, Guillaume Long, dijo en conferencia de prensa previa a este evento que es posible avanzar entre los signatarios y abrir las puertas para que el resto de países que no se ha sumado a la iniciativa pueda reconsiderar su decisión.
El director ejecutivo de Ecuador para el Banco del Sur (BS), Andrés Arauz, adelantó que se espera que el Consejo de Ministros (de Finanzas) revisará los plazos para su adhesión a este mecanismo, establecidos inicialmente, «para que haya la mayor flexibilidad posible y puedan adherirse también los otros países de la región a formar parte del Banco, sin ningún tipo de restricción».
En estas reuniones se abordará la urgencia de que los países miembros de esta nueva estructura financiera puedan aportar el 5% del total establecido para cada uno en el primer año, a fin de poder darle personería jurídica y poder arrancar en los 30 días posteriores con su instalación, demorada desde su creación en 2007.
Esta semana podrían alcanzarse acuerdos de cronogramas específicos para concretar estos aportes previstos, en tres etapas y según la proporción de sus respectivas economías, para que pueda iniciar esta entidad, que contará con un capital de 7.000 millones de dólares en 10 años.
Según lo previsto, Del total de inversión (7.000 millones de dólares), 2.000 millones corresponderían a Brasil, Venezuela y Argentina (cada uno); otros 400 millones a Ecuador y a Uruguay, y 100 millones a Bolivia y a Paraguay.
El Banco del Sur es una iniciativa para construir una nueva arquitectura financiera regional para beneficio de las economías sudamericanas, que funcionaría como un fondo regional de reservas y fuente de financiamiento de proyectos de infraestructura e integración.
Se estima que con esta estructura podrían ser retornados a la región los recursos que han sido llevados a los llamados paraísos fiscales para que puedan ser utilizados en el desarrollo. Long indicó recientemente que se calcula que más de un billón de dólares de América Latina está depositado fuera de esta zona geográfica, y el 75% de ese total en Estados Unidos, equivalentes a más de 775.000 millones de dólares.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) calcula que esta región tiene un déficit de inversión en infraestructura de más de 180.000 millones de dólares al año.
El Banco del Sur es visto como es un proyecto de desarrollo que puede dinamizar las relaciones económicas intrarregionales, considerando que Suramérica tiene un comercio intrarregional de menos del 30% del total, mientras que el de otros bloques en Asia o Europa es por sobre el 60 y el 70%.