El Pontífice pidió a los medios transmitir buenas noticias y romper “el círculo vicioso de la angustia y frenar la espiral del miedo, fruto de esa costumbre de centrarse en las ‘malas noticias’ (guerras, terrorismo, escándalos y cualquier tipo de frustración en el acontecer humano)”, según dijo el pasado 17 de enero en un un mensaje preparativo para la Jornada Mundial de la Comunicación Social de este año que organiza El Vaticano.
Según Francisco, esto no significa ocultar las noticias negativas, pan de todos los días.
“Ciertamente, no se trata de favorecer una desinformación en la que se ignore el drama del sufrimiento, ni de caer en un optimismo ingenuo que no se deja afectar por el escándalo del mal”, dijo el religioso argentino.
Añadió que no se debe caer en un «sistema comunicativo donde reina la lógica según la cual para que una noticia sea buena ha de causar un impacto, y donde fácilmente se hace espectáculo del drama del dolor y del misterio del mal”.
“Se puede caer en la tentación de adormecer la propia conciencia o de caer en la desesperación”, afirmó.
Francisco resaltó que lo que se debe buscar es un estilo que no le dé todo el protagonismo al mal y que se esfuerce por señalar soluciones y favorecer actitudes activas e invitó a los medios “a ofrecer a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo narraciones marcadas por la lógica de la ‘buena noticia’”.