Los tres grandes ejes que planea la reforma es un cálculo diferencial de las pensiones en lo que corresponde a la última remuneración que actualmente tienen los servidores de las fuerzas armadas y policiales activos por las cinco últimas remuneraciones que se irían equiparando al sistema de régimen general de seguridad social; el incremento de acuerdo con la inflación; y, el incremento de 20 a 25 años de servicio para poder retirarse.
Las pensiones de retiro de las Fuerzas Armadas se calcularán sobre los cinco mejores años de salario, informó el ministro Patiño, al explicar que en el caso las Fuerzas Armadas, se plantea modificar el cálculo de las pensiones de retiro. Éstas se homologan con lo que sucede con la sociedad civil y su cálculo se hará sobre los cinco mejores años de sueldo, lo que permitirá establecer equidad con respecto a los militares que están en servicio activo, precisó.
Recordó que en el caso de la sociedad civil las pensiones jubilares se calculan sobre el promedio de los cinco mejores años de salario, mientras que para militares se tiene como base el último sueldo.
Aclaró que para el personal actual se mantienen los 20 años de servicio para acceder al retiro y a la pensión, previo el cumplimiento de los requisitos establecidos en la ley, a la vez que señaló que en el proyecto se fija en 25 años para el personal que ingrese a partir de la vigencia de la reforma.
Así mismo indicó que con la reforma las pensiones que otorga el ISSFA se incrementarán al inicio de cada año, en la misma proporción de la inflación promedio del año anterior, establecidas por la entidad encargada de las estadísticas nacionales, incluidas las pensiones mínimas y máximas.
“Se exceptúan de dicho incremento aquellas pensiones que superen las máximas establecidas para los trabajadores dependientes del régimen general de seguridad social según el caso”, afirmó.
El ministro de Coordinador de Seguridad, César Navas, señaló que las reformas garantizan el pago de pensiones tanto de las Fuerzas Armadas como de la Policía Nacional. Dijo que estas modificaciones han existido en el tiempo, anteriormente para retirarse se requería 15 años de servicio, luego pasó a 20. Otra modificación fue el acceso de los padres de los militares al sistema de salud, lo que fue eliminado, todo ello de acuerdo con el análisis de los cálculos actuariales, indicó.
Aseguró existen tres estudios actuariales que marcan la necesidad de hacer reformas a esta Ley, el uno presentado en diciembre del año anterior por el director del ISSFA, Freddy García.
El viceministro del Interior, Diego Fuentes, indicó que este proyecto recoge algunos temas fundamentales, como reconocer las especificidades que tienen las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional; reconocer el trabajo y aporte significativo que realiza la fuerza pública en el Estado ecuatoriano.
“Las reformas bajo ningún concepto buscan afectar al sistema de seguridad social como régimen especial de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional, sino por el contrario fortalecer el sistema, a efectos de darle sostenibilidad sobre todo en lo que corresponde al seguro de retiro”, enfatizó.
La Comisión de los Derechos de los Trabajadores continuará recibiendo los criterios de los actores involucrados en la materia.