Entre ambos lugares existe la disponibilidad de hospedaje para cerca de 2 mil personas. Los turistas de la Sierra son los clientes principales de estas localidades manabitas.

Sol y la brisa son la conjugación para disfrutar de un día de playa, donde los mariscos recién pescados se preparan con la reconocida sazón manabita para deleitar los paladares de grandes y chicos. Esta es la oferta de los manabitas para el feriado que se avecina en sus playas de Cojimíes y Pedernales. Con esta actividad quieren empezar la reactivación económica de dos poblaciones, que subsisten del turismo en un 30%. La principal actividad es la acuicultura.

“Estamos agradecidos con todos los ecuatorianos por las donaciones, pero ahora queremos que nos visiten porque así tenemos los recursos para seguir con nuestras vidas”, comentó Bryan Ortiz, expendedor de pipas (cocos tiernos), quien espera que las últimas réplicas registradas no ahuyenten a los turistas.

“No tengan miedo de venir porque lo más fuerte ya pasó. En Pedernales el clima es el mejor para disfrutar de unas vacaciones. Y ahora necesitamos de su visita para subsistir. Queremos levantarnos con esa ayuda y no vivir de donaciones”.

El mismo sentir tiene José Aguilar, nativo de Pedernales y expendedor de bebidas naturales y batidos. En el coche, donde lleva la fruta de temporada, tiene un cartel que refleja la realidad que viven. ‘Con su ayuda contribuye a la reactivación de Pedernales, no nos dé la espalda, queremos quedarnos aquí’, se lee en el letrero. En el triciclo, que a la vez le sirve para transportar la licuadora, leche y agua, tiene todos los ingredientes para asegurar que la hidratación sea efectiva y nutritiva. “Quiero que Pedernales vuelva a ser la de antes o mucho mejor, que retornen los habitantes de la Sierra, quienes siempre han sido nuestros mejores clientes y no nos abandonen hoy cuando necesitamos de ellos para tener un alimento que servir en nuestras casas”.

Cada fin de semana las playas de este rincón eran visitadas por un gran número de turistas que, por ejemplo, solo por venta de pipas, dejaba entre $ 30 y $ 40. Metros más adelante y frente al mar está el restaurante de Carlos Chicaiza, con innumerables platos, todos con mariscos frescos y de excelente calidad. La concha, el camarón y el pescado son la base de cada uno de ellos. “Saborear un plato de camarones a la diabla o una langosta encocada solo es posible aquí. Vengan, recuerden que la mejor donación que pueden hacernos es visitarnos”.

Doña Rosario Zambrano, que es la única que de momento aparece con artesanías, tiene todas las variedades imaginables de pulseras, aretes y adornos. “Si bien de alguna forma nos ayudan las personas de varias organizaciones que están trabajando aquí comprando parte de nuestros objetos, no es lo mismo que el turista, que lleva los recuerdos hasta su casa a familiares y amigos; y como vivimos de esto, sin la compra simplemente no podemos subsistir”, insiste ‘Charito’.

Ella se coloca de forma intermitente frente al malecón de Pedernales, donde está una inmensa bandera ecuatoriana que simboliza la fuerza para sobreponerse al terremoto del 16 de abril. La semana pasada, varios visitantes quiteños llegaron a Pedernales a capacitaciones, pero se escaparon a disfrutar de las olas del mar. Ellos quieren que haya más información para saber qué espacios seguros visitar de las playas, pero sobre todo conocer dónde pueden albergarse. Según Milton Bravo, director de turismo del GAD Pedernales, al momento 6 hoteles en esta ciudad están habilitados y en ellos pueden hospedarse 500 personas.

Además, están 3 bares e igual número de restaurantes abiertos para brindar atención; y las carpas con comida rápida se extienden por el centro de la ciudad. Cojimíes, a 30 minutos de Pedernales, tiene una infraestructura hotelera en mejores condiciones. Al momento cuenta 29 establecimientos, listos para recibir a nuevos huéspedes. “Queremos solamente que apoyen la reconstrucción de Manabí visitando las playas, que son el mejor lugar para pasar en familia o pareja”, comentó doña Virginia Carofilis, propietaria del hotel Santorini, con vista a la costa de Cojimíes. En este lugar también se encuentran platos típicos y almuerzos que van desde los $ 3.