«Es evidente que tenemos algunas diferencias con el próximo gobierno de Estados Unidos, como el tema de un muro que, por supuesto, México no pagará», sentenció el mandatario en la XXVIII Reunión con Embajadores y Cónsules de México.
La declaración se produjo después de que, en su primera conferencia como presidente electo durante la mañana de este miércoles, Donald Trump reiterara que construirá el muro en la frontera con México, y que además ese país pagará por ello. Añadió que espera que se agilice el proceso y que Pence está trabajando en eso. «Yo no voy a esperar un año y medio para construir el muro, ni voy a ponerme de acuerdo con México», dijo.
Sin embargo, Peña Nieto dejó claro que en «el inicio de una nueva etapa de relaciones bilaterales con Estados Unidos» en ningún momento «aceptaremos nada en contra de nuestra dignidad como país y de nuestra dignidad como mexicanos». Añadió que su gobierno impulsará una negociación abierta y completa, «todos los temas que definen nuestra relación bilateral están sobre la mesa, incluyendo seguridad, migración y comercio».
De hecho, sobre el último punto fue incisivo y, sin mencionar directamente a Trump, afirmó que «rechazamos cualquier intento de influir en las decisiones de inversión de las empresas con base en el miedo o en amenazas». Esto haciendo referencia a la decisión que la semana pasada tomó la empresa fabricante de autos Ford de cancelar sus planes de construir una planta de construcción en México para invertir 700 millones de dólares en Michigan, creando 700 nuevos empleos en Estados Unidos. El anuncio de la automotriz disparó el dólar en este país, lo cual representó una depreciación para la moneda mexicana de 1,49% en ese momento.
La decisión de Ford ocurrió el mismo día en que Trump amenazó a General Motors con pagar altos impuestos si no fabricaba su modelo de Chevrolet Cruze en Estados Unidos. “General Motors está enviando el modelo de fabricación mexicana del Chevy Cruze a concesionarios de Estados Unidos libres de impuestos por cruzar la frontera. Háganlo en Estados Unidos o paguen un alto impuesto transfronterizo”, tuiteó.
En medio de este panorama, Peña Nieto afirmó este miércoles que el tratado de libre comercio que se establezca con América del Norte estará marcado por la búsqueda de «acuerdos que den certidumbre a la inversión y al comercio entre México, Canadá y Estados Unidos y que esta certidumbre se extienda a las empresas que han elegido a nuestro país como destino de inversión y plataforma productiva y de exportación».
Por eso, de tajo aseguró: «Vamos a defender las inversiones nacionales y extranjeras en México, vamos a asegurarnos de que México siga siendo un destino confiable y atractivo para invertir». Además, declaró que «no son negociables principios básicos como nuestra soberanía, intereses nacionales y la protección de los connacionales».
Y en este sentido, enumeró los objetivos que debe cumplir «cualquier negociación con Estados Unidos»:
- El compromiso de Estados Unidos para «trabajar de forma corresponsable» en detener el tráfico ilegal de armas hacia México y en «frenar el dinero de procedencia ilícita que reciben las organizaciones en nuestro país».
- La repatriación de personas indocumentadas debe garantizar «un trato humano y el respeto a los derechos de los migrantes mexicanos». Peña Nieto, además, insistió en que «ambos países tenemos una responsabilidad compartida sobre el creciente flujo de indocumentados extranjeros que cruzan el territorio mexicano en su afán de llegar a Estados Unidos».
- México está buscando la manera de aumentar la inversión en infraestructura y tecnología «para que nuestras fronteras sean más seguras, modernas y eficientes». Lo anterior con la clara intención de facilitar el comercio bilateral y reducir los tiempos de espera en los cruces fronterizos.
- Mantener «el libre flujo de remesas de nuestros connacionales en Estados Unidos que sumaron ya más de 24 mil millones de dólares a noviembre del año pasado» y que representan el sustento «de millones de familias mexicanas.