Al menos 153 fallecidos y 730 heridos deja, hasta el momento, el terremoto de magnitud 7.7 registrado este viernes en Myanmar. De acuerdo con el jefe del gobierno militar, la mayoría de las víctimas se produjeron en la ciudad de Naypyidaw, en el centro de Myanmar. Sin embargo, señaló que el alcance de los daños de las zonas rurales se conocerá en los próximos días, ante la falta de electricidad y conectividad por el desastre.
El fuerte sismo no solo se sintió en Myanmar, sino también en Tailandia. Allí, se registraron ocho fallecidos tras el derrumbe de un edificio en Bangkok. Otras 12 personas fueron rescatadas del sitio hasta el momento, según informó el vice primer ministro Anutin Charnvirakul.
“Pensé que hoy era mi último día”
Denisse Molina, periodista ecuatoriana residente en Tailandia, fue una de las sobrevivientes del desastre. Al momento del terremoto, se encontraba en el piso 29 de un hotel, cuando escuchó un fuerte estruendo. El edificio se movía similar a una hamaca, algo que la obligó a esconderse debajo de una mesa. Desde allí, vio cómo los vidrios de la habitación se quebraban y cemento caía desde las esquinas de las paredes.
“Los edificios del frente se movían de un lado a otro, pensé que era mi último día”, dijo.
Mientras esto sucedía, su primera acción fue llamar a su esposo, quien se encuentra en Europa. “Lo llamó y escribió sin recibir respuesta, mientras intentaba comunicarse con sus hijos, a quienes tenía pensado darles un último mensaje: que los amaba.
Cuando Denisse salió del piso 29, salió sin zapatos por las escaleras de emergencia. En el camino, veía vidrios en el piso, mientras las personas que salían por los distintos pisos tenían ataques de pánico.
“He regresado con otra oportunidad y eso lo agradezco infinitamente (…) ha sido un día muy muy triste para Tailandia”, sostuvo.
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