«Si un cliente no puede cumplir con los pagos establecidos esta operación entrará en mora a los 15, 30 o 60 días, dependiendo del tipo de crédito y pasará a ser considerada como cartera vencida», explica Julio José Prado, presidente de Asobanca, quien señala que el ciudadano siempre aparecerá en el Buro de Crédito cuando tenga historial crediticio, la diferencia es la calificación que tenga: sea negativa o positiva.
Las personas que están al día en sus deudas tienen una calificación positiva en el Registro de Datos Crediticios.
Según lo establecido en la Ley de Apoyo Humanitario y la resolución 588-2020-F de la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera, el mecanismo de diferimiento extraordinario está vigente 60 días adicionales, luego de la terminación del estado de excepción, es decir, que los clientes podrán acogerse a las medidas de aplazamiento hasta el 12 de noviembre.
Jonathan Icaza perdió su empleo hace varios meses y desde mayo no cancelaba una deuda de tarjeta de crédito que mantiene con una entidad bancaria.
Su deuda es más de $ 3.000. Ese consumo fue para el nacimiento de su hija y un viaje a Estados Unidos en el año anterior.
La entidad bancaria lo llamó para que realice un acuerdo de pago y aceptó. Ahora sus cuotas son de $ 25 y ya realizó el primer pago. Espera seguir ese ritmo para cancelar puntualmente la deuda.
Según Asobanca, durante la pandemia COVID-19, la banca ha realizado más de USD 2,1 millones de operaciones de diferimientos y ha otorgado más de USD 10.000 millones en alivio financiero.
«Esto significa que el 35% de la cartera total de la banca recibió un alivio financiero, lo cual permitió dar a los clientes un respiro en el pago de sus obligaciones en el momento más duro de la pandemia», dice Prado.
Nota Original: El Universo – LINK