Perú envió el martes de retorno a las Islas Galápagos en Ecuador un total de 26 tortugas gigantes de la especie Chelonoidis Nigra las cuáles habían sido extraídas de sus centros de cría en el archipiélago ecuatoriano para ser traficadas de forma ilegal.

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“Es el primer caso hallado en Perú de tráfico de tortugas gigantes de Galápagos” dijo a The Associated Press Jessica Gálvez-Durand, jefa de la dirección peruana de gestión sostenible del patrimonio de fauna silvestre. También explicó que las tortugas de esta especie “se encuentran extintas en la naturaleza, es decir en su hábitat natural, pero se crían en centros especiales de cautiverio en las Islas Galápagos y de allí han sacado al grupo hallado en Perú”.

Las tortugas fueron encontradas en abril de 2017 por las autoridades peruanas envueltas en cintas adhesivas dentro una caja que era transportada en un bus de la empresa “Caplina” en la ciudad peruana de Piura. Dos fueron halladas muertas y una tercera falleció sin poder recuperarse debido a las pésimas condiciones y al estrés al que fueron sometidas, dijo el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre en un comunicado.

Gálvez-Durand comentó que las 26 tortugas enviadas de retorno a las Islas Galápagos “aún no llegan a ser juveniles y todavía tienen 30 centímetros de largo”. Al ser especies protegidas bajo la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) su comercio solo se autoriza en circunstancias excepcionales.