Afirmaron que más de 100.000 puestos de trabajo están en riesgo debido a que los costos de operaciones aumentaron en el 5 % al igual que el combustible, lo cual además podría impactar en la generación de empleo.
Mariela Quijije, presidenta de la Asociación Amigos del Mar de Posorja (Guayas), señaló que el galón de diésel 2 que estaba hace cuatro meses en $ 0,92 ha subido a $ 1,19, aunque a sus embarcaciones llega más costoso y pagan $ 1,34 por galón o más.
Explicó que el incremento del galón de diésel 2 pesquero considerando un consumo por embarcación de 15.000 galones al mes significa un gasto adicional de $ 2.775 mensuales.
«Si ese valor lo multiplicamos para 140 barcos son $ 388.500 mensuales que estamos pagando de un solo gremio y zona pesquera. Recordemos que tenemos cinco puertos pesqueros, este valor solo es de una zona», recalcó la dirigente, quien señaló que por la falta de ciertas facilidades pesqueras y caletas «el galón de diésel 2 se incrementa a $ 1,34 el galón, y que lo ideal es que «nos congelen el precio», sostuvo Quijije.
Por su parte, José Sornoza, presidente de la Asociación de la Asociación de Producción Pesquera de Armadores de Manta (Asoaman), indicó que es urgente una reunión con representantes del Ejecutivo.
«No solo tenemos problemas por el aumento del precio del combustible, sino el de las 8 millas, de las 40 millas de la reserva de Galápagos, donde un poco de ambientalistas quieren tirar y desaparecer una flota haciendo un incremento muy grande en nuestro sector, como lo están haciendo las embarcaciones de jareta», manifestó Sornoza.
En tanto, Alfonso Delgado, presidente de la Asociación Coordinadora Nacional de Organizaciones Pesqueras y Afines del Ecuador (Conopae), aseguró que el sector no va a permitir un combustible caro con una pesca muy barata. El pedido es que se congele el precio del diésel 2 al precio actual, $ 1,36 el galón con el transporte incluido.
«El Estado no nos brinda garantía para nosotros salir a laborar. Nosotros hemos estado siempre en pie de lucha a pesar de la pandemia, hemos sido el único sector productivo con el sector agrícola que hemos trabajado para sacar adelante al país», subrayó Delgado.
Mientras, Narciso Marcillo, vocero del sector armador de Santa Elena, indicó: «Nos asecha una ley de pesca que nos obliga a faenar fuera de las 8 millas, esto quiere decir que tenemos que hacer más recorrido y más consumo de combustible» y quien lamentó que esa situación «prácticamente nos condena a fracasar y a morir».
El dirigente explicó que su sector dinamiza a la economía del país y abarata la canasta básica y reiteró la solicitud que realiza.
«Queremos que se neutralice el precio (del diésel 2) para las siete pesquerías que existen en el país», sostuvo Marcillo, quien aseguró que desde el norte de Esmeraldas hasta Puerto Bolívar (El Oro) existen 25 caletas pesqueras y que el incremento del precio del combustible perjudica a más de 750.000 familias.
En cuanto a la marcha, Marcillo señaló que tienen previsto llegar hasta el Palacio de Carondelet en busca de diálogo. Indicó que 60 buses con pescadores de las cinco provincias pesqueras saldrán hacia Quito, de ellos, unos quince son de Santa Elena, aseguró.
Nota Original: El Universo – LINK