Las estaciones de servicio fueron adjudicadas a las empresas que presentaron las ofertas más altas dentro del proceso de negociación, el 20 de enero pasado. La gasolinera de Guayaquil fue adjudicada a la empresa Elot Construcciones y Servicios. La de la Amazonas y Eloy Alfaro, a la empresa Dicomtriz y la estación de servicio Ponciano a la empresa Distripetrol.
La Estación de la Amazonas y Eloy Alfaro, ubicada en el centro comercial de Quito, tuvo un 6% más del valor que consta en libros; mientras la Estación Ponciano fue adjudicada en un 11% más y la Estación Guayaquil en 10% más del valor.
Los precios de las tres estaciones de servicio fueron fijados por Petroecuador, cumpliendo el Decreto Ejecutivo No. 1174 del 23 de agosto de 2016 y el Acuerdo Ministerial No. MH.DM-2016-0068-AM de 18 de octubre de 2016. El comité de enajenación, conformado en Petroecuador, recibió nueve ofertas dentro del proceso de venta de estas infraestructuras de servicio de venta de derivados, el cual emitió un informe para el proceso de desinversión.
Para la estación de la Amazonas y Eloy Alfaro se recibieron dos y para la de Ponciano 4 ofertas; por la de Guayaquil se registraron 3 ofertas.
De acuerdo con la Gerencia de Comercialización, las surtidoras expenden mensualmente alrededor de 2,3 millones de galones de combustibles (diésel, súper y extra), con ingresos cercanos a los 5 millones de dólares. En ellas actualmente trabajan 100 personas que serán reubicadas en terminales o estaciones petroleras en diferentes puntos del país o podrán continuar si los nuevos dueños así lo consideran a sus intereses.
Cabe recordar que el presidente Rafael Correa cuestionó el 6 de octubre de 2015, en el Enlace Ciudadano 444, que la Empresa Pública Petroecuador tenga gasolineras a su cargo, así como que expendan la gasolina súper a un precio más económico que las estaciones de servicio privadas. “Petroecuador debe dejar de funcionar como un ministerio, como burócratas, y empezar a funcionar como empresa”, expresó el Mandatario en dicha ocasión y agregó que, se debían tomar las medidas gerenciales para vender las estaciones de servicio que tiene a su cargo.
“Es un absurdo y existe competencia desleal, pagada por todos los ecuatorianos, porque ellos mismos se distribuyen la gasolina y venden más barato que las gasolineras privadas”, reprochó el presidente Correa en dicha fecha.
A raíz de esa declaración, Petroecuador inició el proceso de valoración de 7 de sus estaciones de servicio más grandes, las cuales están ubicadas en Quito y en Guayaquil. Se mantendrían las 49 gasolineras de frontera, por aspectos de control del contrabando y seguridad energética.
