La compañía, responsable del 80 % de la cerveza que se consume en el país, señaló que retomará la actividad cuando el Gobierno le permita acceder a divisas para importación.
El ministro de Comercio Exterior de Venezuela, Jesús Faría, asegura que el gobierno «bajo ningún concepto cerrará» el consorcio Polar, la principal compañía de alimentos del país. «El Estado no va a poner a una empresa tan importante a conspirar contra el pueblo, contra su salud y contra su alimentación. Eso está descartado», agregó.
El 21 de abril, Polar anunció que paralizaría la producción de malta y cerveza «dada la dificultad para adquirir las divisas necesarias para la procura de la materia prima». Polar precisa que la paralización de producción «impactará a 10.000 trabajadores directos y más de 300.000 fuentes de empleos indirectos entre franquicias, transportistas, clientes y proveedores del país».
La compañía no ha podido reponer inventario desde hace un tiempo debido a que según afirma no ha podido importar la materia prima, pues la cebada malteada—base de la cerveza y la malta— no se puede sembrar en Venezuela y para importar es necesario que el gobierno nacional asigne divisas para pagarle a los proveedores internacionales, dice la empresa.
Sin embargo es el gobierno de Venezuela el que centraliza la asignación de divisas, pero la petición que ha hecho la compañía no ha sido atendida, según el comunicado.
En febrero de 2016 el presidente Nicolás Maduro anunció un nuevo sistema cambiario de dos bandas. Por un lado una tasa fijada en 10 bolívares por dólar, y por otro lado estará la tasa fluctuante Simadi, el Sistema Marginal de Divisas de Venezuela.
La escasez de insumos para producir cerveza no es un tema nuevo.
Polar había alertado en junio de 2015 que podía parar su producción por falta de insumos y en agosto pasado una de las plantas de la empresa dejó de funcionar por esta razón. Esa planta producía 6 millones de litros de cerveza semanales y surtía al distrito capital y los estados Miranda y Vargas.
El presidente de Venezuela Nicolás Maduro acusó en octubre de 2015 a Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, de ser el responsable de hacer una guerra económica en ese país.
Esto debido a la filtración de una conversación entre Mendoza y el economista Ricardo Hausmann en la que hablaban sobre la posibilidad de que el Fondo Monetario Internacional apoyara con recursos económicos a Venezuela para apoyarla en la crisis económica que se encuentra.
Según Maduro, con la grabación se evidencia que se le está haciendo una guerra económica al país, para quebrarlo, y luego entregárselo al FMI. Por este motivo pidió que procesaran a Mendoza.
Lorenzo Mendoza dijo que la conversación fue obtenida de manera ilegal.
Las Empresas Polar han estado en la mira del gobierno de Maduro y durante sus 12 años en el poder, Chávez también mantuvo una tensa relación con la el grupo.
En abril pasado, Mayela Rojas, gerente de asuntos legales de Alimentos Polar, aseguró que en los primeros cuatro meses de 2015, la empresa había sido fiscalizada 293 veces.
El 31 de julio pasado, miembros de las fuerzas armadas de Venezuela ocuparon un complejo de depósitos usado por las compañías de alimentos Empresas Polar, Nestlé y Pepsi.