El portal WikiLeaks publicó documentos con la transcripción de los registros telefónicos de la mujer que supuestamente fue víctima de violación por parte de su fundador, Julian Assange.
El informe reza que “mientras la joven estaba en la comisaría de Policía el 20 de agosto de 2010”, sus registros telefónicos muestran que ella escribió que “no quería presentar ningún cargo a Julian Assange, pero que la Policía estaba interesada en capturarlo” y que esta estaba “conmocionada” cuando arrestaron al fundador de WikiLeaks.
Además, el documento explica que la mujer en cuestión le dijo a un amigo que sentía que había sido “presionada por la Policía y otros de su entorno”.
“Según los registros telefónicos de la joven asociada con la alegación de violación, escribió a las 07:27 el 21 de agosto de 2010 que ella ‘no quería acusar a Julian Assange de nada’ y a las 22:25 ‘fue la Policía quien se inventó los cargos’”, sentencia el informe.
La filtración del registro telefónico ocurrió días después de que la Fiscalía sueca informara sobre una nueva solicitud a las autoridades ecuatorianas para interrogar al australiano en su Embajada en Londres.
El fundador de WikiLeaks solicitó el 19 de junio de 2012 refugio en la embajada ecuatoriana en Londres para evitar su extradición a Suecia.
Assange considera que desde Suecia lo extraditarán a Estados Unidos, donde lo van a procesar según la Ley de Espionaje por las filtraciones de material secreto y se enfrentaría a una larga pena de prisión o incluso a la pena de muerte.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó el jueves pasado que las autoridades suecas le negaron justicia a Assange, al demorar por más de tres años el interrogatorio ahora solicitado.
Para el Mandatario, el interrogatorio debió haber sido solicitado en agosto de 2012, cuando su gobierno les ofreció facilidades, luego de dar asilo al australiano.
Correa comentó en un encuentro con los medios de prensa extranjeros que desde entonces la sede diplomática ha tenido que asumir costos en materia de seguridad.
Mientras el ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, advirtió en la misma cita, que ya comienzan a verse daños en la salud de Assange. Solo cuando estaban por prescribir tres de los supuestos delitos de los que se le acusan al australiano, la fiscalía sueca accedió al interrogatorio.