Los agentes estaban investigando una denuncia de vandalismo en un barrio al este del centro la tarde del martes, cuando se encontraron con dos jóvenes. Uno corrió y dos agentes lo persiguieron, dijo la policía.
«De acuerdo con un testigo que vio al sujeto huyendo de los oficiales, el testigo vio al sujeto disparar un arma de fuego en dirección a los agentes que lo perseguían», dijo el subjefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Robert Arcos, durante una conferencia de prensa.
El adolescente, identificado como Jesse James Romero, fue declarado muerto en la escena. El otro sospechoso no huyó de la policía, fue interrogado y puesto en libertad.
Junto al cuerpo del joven, se recuperó una pistola cargada, pero que era demasiado pronto para determinar si había sido disparada o utilizada por Romero, dijo Arcos.
Los investigadores examinarán las huellas dactilares y pruebas de ADN en la pistola, y revisarán el video de las cámaras de la policía, dijo.
La familia cuestiona la versión policial
La familia del adolescente puso en duda la versión de la policía, informó la emisora KABC-TV, afiliada de CNN.
Conteniendo las lágrimas, la madre de Romero dijo que su hijo era un buen chico y que no tenía ni idea de por qué la policía le disparó provocándole la muerte.
Los tiroteos de la policía han sido objeto de un mayor escrutinio en todo el país, incluyendo en California, después de que algunos vídeos plantearon preguntas sobre la legitimidad de algunos disparos.
Muchos departamentos de policía respondieron colocando cámaras en los uniformes de los oficiales, para tener una visión más completa de los tiroteos cuando se producen, en lugar de confiar únicamente en el testimonio del agente o de testigos.