Policías del nororiental estado mexicano de Tamaulipas interceptaron en dos acciones distintas a 52 migrantes centroamericanos y detuvieron a un probable traficante de personas originario del vecino estado de Nuevo León, informaron hoy fuentes oficiales.
El Grupo de Coordinación Tamaulipas, integrado por fuerzas de seguridad estatales y federales, indicó en un boletín que la primera operación se efectuó el 23 de abril cuando agentes de Fuerza Tamaulipas interceptaron sobre una brecha del ejido Guadalupe San Lázaro, municipio de Villagrán, cinco vehículos que transitaban en dirección a Linares, Nuevo León.
Después de indicarles que se detuvieran para una revisión de rutina, los agentes entrevistaron a un total de 32 personas, solicitándoles que se identificaran. «Todos manifestaron ser migrantes centroamericanos con la intención de introducirse a Estados Unidos de manera ilegal», afirmó el comunicado.
El responsable del traslado de los migrantes dijo llamarse José Enrique Morales Gaytán, de 41 años y originario de Monterrey, Nuevo León, y confesó que se dedica a cruzar personas a territorio estadounidense clandestinamente.
Los automóviles y Morales Gaytán fueron puestos a disposición de las autoridades correspondientes.
El segundo aseguramiento fue en el municipio fronterizo de Miguel Alemán, donde policías estatales interceptaron a 20 centroamericanos que se encontraban deambulando en sector centro de a localidad, de acuerdo con el Grupo de Coordinación.
Los 52 migrantes centroamericanos quedaron a disposición del Instituto Nacional de Migración para recibir atención médica y gestionar su regreso atendido a sus lugares de origen.
Durante años Tamaulipas ha sido escenario de violentos choques entre grupos del crimen organizado, principalmente el cártel del Golfo y los Zetas, y de estos con las fuerzas de seguridad.
El estado también ha sido marcado por atroces crímenes contra indocumentados, entre ellos la matanza de 72 migrantes, la mayoría centroamericanos, ocurrida en agosto de 2010 en el municipio de San Fernando, atribuida a los Zetas.
Ante el recrudecimiento de la violencia, el Gobierno federal implementó en 2014 una nueva estrategia de seguridad que involucra un despliegue mayor de fuerzas federales y la depuración de los cuerpos de seguridad locales.