Huayra y Killary, nacieron en el Zoológico de Quito, en Guayllabamba, estos dos cóndores fueron trasladados hacia Zuleta, al Centro de Manejo Cóndor Huasi, como paso previo para su liberación. En ese mismo lugar, en septiembre de 2015, nació Churi, el tercer cóndor.
El Ministro del Ambiente, Walter García, solemnizó con emoción el momento en que las aves fueron liberadas y manifestó que “en los últimos años, la supervivencia de nuestra especie símbolo estuvo en riesgo. Esfuerzos como este merecen todo el apoyo del Estado, que como nunca antes ha dedicado políticas claras a favor de la protección de esta ave. Nos guía una Estrategia Nacional de Conservación del Cóndor Andino, cuya ejecución prevé recuperar las poblaciones de esta especie”.
Antes de su liberación los cóndores emprendieron un largo proceso de preparación para su liberación. Para ello, las tres aves fueron trasladadas a la Fundación Galo Plaza Lasso, en Zuleta, donde iniciaron el proceso de aprendizaje para su vida en libertad. La fundación fue el espacio propicio para que estas aves aprendan a alimentarse y a volar. Una vez culminado este proceso, el 27 de septiembre de 2016 fueron introducidas a los páramos de Zuleta en donde se les mantuvo aisladas de todo contacto humano con el fin de que desarrollen más sus habilidades y aprendan a defenderse en su hábitat natural.
Para garantizar la seguridad y el bienestar de los cóndores, se les colocó bandas alares, rastreadores satelitales y antenas de radiotelemetría, permitiendo así un seguimiento de campo permanente, desde los primeros aleteos de vuelo hasta el momento en que surcaron el cielo en absoluta libertad.
Uno de los métodos para recuperar a la población de cóndores es la cría en cautiverio. El Grupo Nacional de Trabajo sobre el Cóndor Andino en Ecuador hace posible que estas especies se rehabiliten y vuelvan a su hábitat natural.
Previa a la liberación de Huayra, Killary y Yury, la comunidad de Zuleta y las autoridades de la provincia hicieron un ritual, reconociendo la importancia ancestral del cóndor para los pueblos originarios de Sudamérica. En la antigüedad, esta ave era honrada y venerada como la encargada de unir el cielo y la tierra y de elevar el espíritu de los muertos hacia el cielo. El ritual también fue un espacio para comprometer a los residentes de las comunidades en el cuidado de los cóndores.
Los habitantes de la comunidad de Zuleta serán “guardianes del cóndor”, pues serán parte activa de los procesos de monitoreo y protección de esta fantástica especie.
De acuerdo al último censo realizado en 2015 por el Ministerio del Ambiente, en colaboración con el Grupo Nacional de Trabajo del Cóndor Andino y otras instituciones, la población total de cóndores oscila entre los 94 y 102 individuos.
Más datos de interés
- Actualmente existen 19 cóndores en cautiverio rescatados y se mantienen resguardados en los centros de manejo del país.
- Existen 11 cóndores que tienen rastreadores satelitales en el Ecuador. De ellos, dos están en Perú.