«Nosotros nos reuniremos para defender a la patria, para celebrar la revolución», dijo el mandatario en su habitual informe de los sábados, por radio y televisión, en referencia a la convocatoria que grupos de derechas han hecho para el jueves en Quito, contra unas nuevas reformas de impuestos del Gobierno.
Correa, que denomina a los opositores de derechas como «los de luto», por el crespón negro que suelen lucir, defendió la reforma tributaria que tramita la Asamblea Nacional (Parlamento) y que, entre otras cosas, propone fijar nuevos impuestos a los cigarrillos, a los licores y a las bebidas azucaradas.
El próximo jueves «los de luto se van a reunir para defender probablemente el tabaco, el alcohol», señaló el mandatario al convocar a su movimiento político, Alianza País, a efectuar concentraciones en las plazas de todas las ciudades.
«Todos a movilizarse para defender nuestra revolución», insistió el mandatario que pidió a sus simpatizantes hacerlo con «alegría, con esperanza».
«Dejémosle la amargura a los que no pueden derrotarnos en las urnas», añadió Correa, que ha descartado presentarse a la reelección en los comicios de 2017, cuando terminará su mandato, tras diez años en el poder.
El gobernante justificó la Ley Orgánica para el Equilibrio de las Finanzas Públicas que presentó a la Asamblea para un trámite urgente, pues dijo que esta no solo busca ingresos, sino mejorar los hábitos de consumo en la población.
Según Correa, la reforma beneficiará a los sectores populares y permitirá redistribuir los ingresos, en un momento en que el país afronta una difícil situación económica por la caída drástica del precio del petróleo, su principal producto de exportación.
Varios grupos de oposición, a través de las redes sociales, han convocado para el próximo jueves a una concentración en la avenida de Los Shyris, en la capital, para rechazar el proyecto tributario del Ejecutivo.
Asimismo, los opositores prevén realizar demostraciones de rechazo en otras ciudades del país, por lo que denominan como un «paquetazo tributario» del Gobierno.
También, algunos sectores empresariales han criticado el proyecto impositivo y han asegurado que este perjudicará al pueblo y encarecerá la producción, extremos que ha negado el Ejecutivo.