La presidenta de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores, Marllely Vásconez, resaltó que el proyecto busca la maximización en el ingreso de estudiantes de educación superior a las pasantías y la incorporación de los jóvenes al mercado laboral estable. Asimismo, indicó que la ley protege el empleo y crea un seguro de desempleo que cubre a los trabajadores en relación de dependencia.
Vásconez explicó que, según la propuesta, la disminución de la jornada no podrá tener una duración mayor a seis meses renovables por una sola vez en otro ejercicio económico y que se prohíbe el despido de los trabajadores durante el período de ajuste de la jornada laboral y, en caso de producirse, no podrá volver a solicitar la autorización.
Sin embargo, no para todos el proyecto contempla la protección del empleo. Fanny Uribe, asambleísta por Galápagos del partido Avanza, consideró que la ley propuesta es una «clara regresión» de los derechos de los trabajadores. La legisladora aseguró que la ley, «que pretende tapar la crisis con el sudor del pueblo ecuatoriano», y que «no es más que una excusa para bajar los salarios a los trabajadores».
Para Uribe, los pasantes deben recibir un salario básico unificado, como indica la ley vigente, y no hasta no menos de 1/3 del mismo. También propuso que el rango de edad para el trabajo juvenil se aumente de 24 a 29 años para jovenes que estan en la desocupación. A esto, Betty Carrillo, asambleísta por Alianza PAIS, le respondió que «dentro de la Comisión pedimos un informe técnico para ampliar el rango, pero si no se puede hacer, tendremos la firmeza de no estar con demagogias, sino actuar frente realidades concretas».
Otro crítico del proyecto fue Pepe Acacho, asambleísta por Pachakutik. Él sugirió que en lugar de el proyecto de ley, se reduzcan los gastos «excesivos» del Gobierno, como «sabatinas, que se vendan los canales incautados», entre otras cosas. Acacho finalizó asegurando que «el 24 de mayo de 2017, (los oficialitas) serán la historia del fracaso de la Revolución Ciudadana y del socialismo del siglo XXI».