Esta propuesta reconoce la cultura y la identidad como elementos vitales de nuestro ser nacional y crea el Sistema Nacional de Cultura para potenciar la acción pública en el cuidado del patrimonio y el fomento de la creatividad de manera integral y en todos los territorios.
Garantiza la libertad de creación como un derecho irrenunciable de nuestros pueblos, para que la voz diversa y sonora de nuestra cultura se exprese sin límites ni censuras. Impulsa el libro, el fomento a las actividades de lectura y escritura, así como la oralidad y la narrativa de nuestros pueblos, en sus propios idiomas.
También reconoce los derechos laborales de los trabajadores de la cultura y el patrimonio, con la creación de un régimen de seguridad social para el ámbito y, algo muy importante, fomenta las expresiones culturales y artísticas en todos los territorios.
Además fortalece la educación artística y patrimonial para todos nuestros niños e impulsa el cine nacional y las expresiones de cultura y arte, como derecho de identidad en el concierto internacional, para integrarnos en la globalidad con voz propia.