Los puertorriqueños votaron el domingo por abrumadora mayoría por convertirse en un estado de Estados Unidos en un referéndum no vinculante.
El 97% de los votantes lo hicieron a favor de la estadidad, un aumento con respecto al resultado celebrado en 2012, según los resultados oficiales de la Comisión Estatal Electoral. La opción de la independencia obtuvo 1,5 % de los votos y la de permanecer con el estatus actual, 1,3%.
Este fue el quinto referéndum sobre la condición de Puerto Rico con respecto a Estados Unidos.
«Hoy los puertorriqueños estamos enviando un mensaje fuerte y claro al Congreso de Estados Unidos y al mundo», dijo el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, en un comunicado de prensa. «Corresponde a esta generación de puertorriqueños exigir y reclamar en Washington el fin de la indigna relación colonial y comenzar el proceso de incorporación de Puerto Rico como nuevo estado de la Unión».
En última instancia, es el Congreso estadounidense el único órgano que puede aprobar nuevos estados.