Las 5 unidades constituyen alrededor del 6% de la flota y, según el Cabildo, servirán para la realización de pruebas de circulación y manejo, de cara al arribo de los 75 automotores restantes. Los vehículos llegan más de 6 meses después de que el ejecutivo de la ciudad anunciara (a inicios de diciembre pasado) que el contrato de adquisición había sido adjudicado en favor de la empresa Súperpolo por $ 33,1 millones.
Los biarticulados llegaron la semana pasada a la ciudad, luego de sortear una serie de trabas administrativas para logra su desaduanización. La Alcaldía anunció a fines del año pasado que al cabo del primer semestre de 2016, todas los buses estarían operativos. Sin embargo, aún no se conoce con certeza el momento de la llegada de los demás automotores.
Entre tanto, el Observatorios Ciudadano de la Movilidad ha cuestionado la compra por considerar que las condiciones del crédito otorgado por la firma vendedora por una parte de los recursos son demasiado altos. Según el organismo, los intereses y otras condiciones representan 2 y hasta 3 veces el costo en que los multilaterales conceden préstamos a países como el Ecuador.