En el país se generan más de 4’000.000 de toneladas de basura anualmente, de las cuales cerca de la mitad (43%) proviene de Quito (Sierra) y Guayaquil (Costa).
Además, el 39% de los municipios bota los residuos sólidos en rellenos sanitarios. María José Murgueitio, directora de estadísticas agropecuarias y ambientales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), explicó que esos espacios son la forma más óptima para el depósito.
Estos lugares se localizan en el suelo sin causar perjuicio al ambiente y la salud, pues utiliza principios de ingeniería para confinar los desechos y reducir su volumen.
De los 72 rellenos sanitarios que hay en Ecuador, 45 poseen licencia ambiental, 11 no tienen y 16 están en trámite.
Otro de los datos que reveló el INEC fue que el 26% de los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) coloca su basura en botaderos controlados. Los espacios son usados de manera temporal. Ahí los residuos se compactan en capas para reducir su volumen y se confinan periódicamente.
Murgueitio agregó que en el país aún existen botaderos a cielo abierto, el 23% de los municipios los tiene. En ese lugar se disponen los residuos sólidos sin ningún tipo de control; no se compactan ni se cubren, lo cual produce fuertes olores, gases y líquidos contaminantes.
La última forma de depositar basura en el país es en celdas emergentes (12%). Estos son sistemas temporales de evacuación del biogás, recolección de lixiviados y desviación de las aguas.
Los cabildos usan este mecanismo hasta la habilitación de un sitio de disposición final, técnico y ambientalmente regularizado. De las 22 celdas emergentes distribuidas 5 tienen licencia ambiental, 12 sin permiso, 3 están en trámite y de las últimas 2 no se registró información. El archipiélago de Galápagos es la única región del país en la que no existen celdas emergentes.